No hay dudas de que las elecciones marcan el ritmo de la economía y el rumbo que esta tendrá en los próximos cuatro meses. Los planes e ideas económicas que tienen los tres candidatos más votados en las PASO (Milei, Bullrich y Massa) difieren significativamente entre sí, por lo que el bolsillo de los argentinos divaga entre la dolarización, la bimonetariedad o la simplificación cambiaria.
A poco más de un mes de las elecciones de octubre los candidatos buscan traccionar el voto del electorado con propuestas para aliviar la economía de los argentinos, que viene golpeada y desgastada hace meses.
Para dar un poco más de claridad al panorama económico rumbo a los comicios generales, el economista y titular de la consultora Economics Trends, Gastón Utrera, disertó en un nuevo desayuno de coyuntura realizado por Punto a Punto en Mitica (Gauss 5447) que contó con el apoyo de la Universidad Siglo 21 y Kolektor.
“En materia económica gran parte de lo que ocurra hasta diciembre va a depender de lo que imaginemos después del 10 de diciembre sobre el resultado electoral y lo que hará el candidato que gane. El futuro incide sobre el presente a través de las expectativas”, inició Utrera.
Pese a la incertidumbre que marca el tablero económico y las diferencias que existen entre los candidatos más votados, Utrera distingue que tanto Milei, como Bullrich o Massa, “saben que no hay margen para financiar el déficit fiscal”, ya que lograr un rápido superávit fiscal es la base para intentar estabilizar la economía en 2024.
Otra de las aristas para analizar, gane quien gane el 22 de octubre, es la gobernabilidad con la que cuente cada candidato. Por un lado, hay muchas dudas sobre el libertario Javier Milei -el más votado en las PASO- ya que frente a su figura asoma un problema serio que desvela al mundo económico: ¿qué chances tiene de poder formar un gobierno estable? no solo por la compleja estructura que exige el Poder Ejecutivo, sino también por la debilidad que mostrará en el Congreso.
En el terreno de Sergio Massa también abundan dudas sobre el poder de gobierno que logre obtener, ya que el principal interrogante se posiciona frente a si será capaz, o no, de enfrentarse contra el sector kirchnerista que vigila de cerca los movimientos del ministro.
En un tercer escenario, un poco más tranquilo, se encuentra Patricia Bullrich, de Juntos por el Cambio, que parece ser la candidata que menos cuestionamientos genera sobre su poder de gobernabilidad, ya que puede llegar a lograr consensos tanto con libertarios como con peronistas. “En términos de expectativas la mayor presión va a estar en Milei o Massa ganando las elecciones y mayor tranquilidad con Bullrich”, plantea Utrera.
El plan del Rey de la Selva: ¿es viable?
El candidato presidencial de La Libertad Avanza se embandera con su polémica propuesta de la eliminación del Banco Central (BCRA) y la consecuente dolarización de la economía argentina, la cual aseguró que se puede hacer al tipo de cambio del contado con liquidación.
«Yo les puedo asegurar que, si logramos dolarizar antes de las elecciones de medio término, vamos a conseguir mayorías en el Congreso y vamos a poner al tope a la libertad económica. La dolarización la voy a hacer a precio de mercado. Hoy el contado con Liqui está 730, hoy lo haríamos a ese precio«, aseguró días atrás.
Para Utrera, “la dolarización no es conveniente para Argentina. Inmediatamente no se puede hacer porque los dólares no están, lo dijeron desde el espacio libertario. Aun en el caso más optimista, donde existan los 35 mil millones de dólares para dolarizar desde el día uno, vamos a tener más inflación durante el año que viene ya que se acelera la subida de precios por la unificación cambiaria. Cualquier esquema de dolarización implica una unificación cambiaria”.
Y agrega: “Es una paradoja que la dolarización está planteada como la gran solución para la inflación, pero la va a terminar acelerando de entrada. No es que el espacio de Milei no entienda esto, pero sabe que es uno de los costos para la solución definitiva”.
Frente a la posible reacción de los mercados ante un buen posicionamiento de Milei en primera vuelta o una eventual presidencia, Utrera considera que “habría presiones cambiarias fuertes por las implicancias que tiene el esquema de dolarización”, y aclara: “al tipo de cambio que vayamos a dolarizar depende de la cantidad de dólares que haya que salir a buscar”.
La gran apuesta de Bullrich: el bimonetarismo de Melconian
Con su confirmación como posible ministro de Patricia Bullrich, Carlos Melconian explicó cuáles son los lineamientos del programa económico que elaboró junto a la Fundación Mediterránea. Uno de los principales vectores del programa es la llamada “convivencia de monedas o institucionalización del bimonetarismo”, lo cual significa, básicamente, que la gente elija la moneda en la cual quiere transaccionar.
El mecanismo institucional para la implementación de esta medida es la legalización de los contratos en dólares. Es decir, blanquear las transacciones que, hoy por hoy, se hacen en dólares o en pesos -a tipo de cambio blue- y que están por fuera del sistema a causa de la imposibilidad de firmar contratos en dólares.
Frente a una situación de inestabilidad macroeconómica y/o de alta inflación, el hecho de que existiera la posibilidad de transaccionar en dólares, pero ya de manera legal, probablemente fomentaría la dolarización del comercio y de la economía argentina. No es difícil hacer el ejercicio teórico preguntándose qué pasaría hoy si existiese la posibilidad de dolarizar los contratos económicos o las transacciones comerciales. El resultado, en este caso, sería una dolarización de hecho, pero sin la eliminación del peso como moneda local. En esta situación, ¿quién demandaría pesos?
La demanda de pesos está en un mínimo histórico y hay un cepo que está bastante agotado, pero es gigante, “con lo cual uno tiende a pensar que si sacas el cepo y le decís a la gente que use la moneda que quiera, el 100% va a elegir el dólar, con lo cual, va a haber una corrida muy fuerte contra el peso y eso derivaría en una hiper”. El plan apunta a que, quienes tienen dólares por fuera del sistema, los puedan volcar libremente en el circuito económico.
Respecto al desdoblamiento cambiario, según dijo Melconian, habría un tipo de cambio comercial y otro financiero: por una ventana pasa el comex y por la otra todo el resto de transacciones. “En la ventana de comercio exterior hay un tipo de cambio administrado, con presencia del BCRA; mientras que en la otra ventana pasa todo el resto, a tipo de cambio libre”.
“Melconian plantea el mercado dual como transitorio, pero ese esquema cambiario debería ser permanente. Argentina no puede tener un mercado único de cambios, porque históricamente la gente busca refugiarse en divisa extranjera y te deja sin reservas. Un ejemplo claro fue el de Mauricio Macri, que entro al gobierno sacando el cepo y termino su mandato poniéndolo otra vez”, analizó Utrera.
De ministro a candidato presidencial… ¿con el mismo plan?
Simplificación cambiaria, acumulación de reservas, superávit comercial son los caballitos de batalla con los que Massa busca recaudar votos de cara a las generales de octubre. La duda es: ¿qué plan tiene el ministro de economía para “intentar arreglar” una economía desgastada qué el mismo viene manejando?
“No creo que Massa pretenda encarar 4 años con este monstruo económico que se fue creando. Poniéndonos en los zapatos de Massa, sería absurdo transitar 4 años con este esquema”. Para Utrera, el actual ministro va a apuntar a un esquema más similar al de Melconian, con un mercado cambiario dual y buscando ajustar déficit fiscal.