Por José Busaniche y María Gabriela Simonetti. Fernando Sibilla, ex secretario de Industria y actual presidente de la Agencia Competitividad Córdoba, dialogó con Punto a Punto sobre los desafíos, proyectos y perspectivas en torno a la recientemente creada Agencia de Competitividad, un espacio que busca aunar esfuerzos entre el sector público, el privado y la academia. En diálogo con este medio, Sibilla comentó que la Agencia nace de un trabajo que lleva aproximadamente dos años en torno a la Matriz Productiva Córdoba 2030 y que tomaron como antecedente la experiencia del País Vasco con su ente de competitividad denominado ACCIÓ.
“Muchos países tienen este tipo de agencia, que buscan una tendencia que la nueva reconfiguración dada en la globalización, aporta a los gobiernos subnacionales un poder muy interesante para dinamizar tanto el territorio como las empresas”. En este sentido, Sibilla subraya que “el objeto de la agencia es tratar de afrontar las grandes transiciones que se están dando a nivel global para luego ser un ente que inspire, catalice y transforme las necesidades del sector productivo”, con el fin de competir en nuevas necesidades y posicionar a Córdoba en el nuevo orden mundial que se requiere.
Sobre las tres grandes transiciones, Sibilla las divide en sociodemográfica, energético-climática y la tecnológica-digital.
Competitividad y modelo propio
Para el funcionario “la competitividad” debe ser entendida de forma “sistémica” y abordando cuatro conceptos que incluyan lo meta, lo macro, lo meso y lo micro. En este sentido, cuenta que desde la Provincia “entendieron que como gobierno subnacional, el área de incidencia directa estaba en la meso economía”; es decir, en lo que sucede en el entorno próximo en las instituciones, en lo académico, universitario, pero también “en lo que sucede puertas adentro de las empresas”.
Si bien el director del ente señala que las variables macroeconómicas las deciden y definen los gobiernos centrales, advierte que los gobiernos subnacionales pueden tratar de incidir, alertar y proponer. Por esto, es que mediante la agencia, se pretende crear un modelo propio para medir lo que es la competitividad y “tener real dimensión de cómo impacta la calidad de las instituciones, la legislación laboral, la legislación energética, la infraestructura”, sumado a la posibilidad de saber a dónde deberían destinarse obras que “impacten en la competitividad de la región”.
Conformación
La agencia es una sociedad de economía mixta, en el que las acciones las tiene el gobierno y el sector privado con cinco cámaras que reflejan actividades económicas de la provincia: Unión Industrial; el Córdoba Clúster Technology; la Federación Comercial; la Cámara de Turismo y el Instituto de Investigaciones de la Comisión de Enlace Agropecuaria.
Vale mencionar que actualmente no hay otras provincias que tengan un instrumento o herramienta que esté pensada de esta forma. Por el momento, “estamos focalizados en dinamizar lo que sucede en el ámbito provincial, y después ver qué acciones se podrán articular con otras regiones”, explica Sibilla. Al mismo tiempo, agrega: “queremos saber cómo estamos en comparación al resto de las provincias, pero además con quién son nuestros aspiracionales en términos regionales”.
Ejes de trabajo
Para Sibilia hoy es “inevitable” que los procesos de las empresas “no sean más lineales”, para pasar a convertirse en procesos circulares, porque el impacto medioambiental, la generación de residuos, empieza a ser tenido en cuenta como una ventaja competitiva. Entonces, en este caso (por ejemplo), la agencia puede incidir con programas de apoyo, con asistencia técnica, con capacitación, con financiamiento, por mencionar algunos ejemplos.
Al respecto, detalla: “la agencia tiene que inspirar (tiene que estar mirando hacia dónde va el mundo y qué rol tienen que tener los territorios, el entramado público privado y académico para ayudar al privado a que juegue ese partido); catalizar (porque muchas de las acciones tienen que ayudar a ordenar para encolumnar a todas esas fuerzas en un objetivo común) y transformar porque la agencia también va a intervenir”.
Por otra parte, enfatiza que se está poniendo el foco en cuatro o cinco ejes para tratar de transferir al sector privado que se introduzca: empresas más internacionalizadas, más innovadoras, que se trabaje la gestión del talento, el concepto del valor compartido y la productividad.
Hoy se está terminando de conformar la sociedad de economía mixta, y las primeras tareas que se están haciendo son reunirse con las entidades privadas para contar cuál es el foco de la agencia, hacia dónde va, cuáles son las grandes áreas de trabajo y convocar al sector privado para reunir ideas.
Sobre este último aspecto, Sibilla cuenta que “se está haciendo una función de síntesis en aquello que muchas universidades están investigando y que terminan siendo un vector de competitividad”. Es acá donde se ven otras de las tareas que la agencia tiene que hacer: siendo una agencia del sector público- privado- académico: “tenemos que tratar de armar un discurso común para dinamizar el territorio y consolidarlo, para que reciba mayor cantidad de inversiones, se dinamice empresas, territorio y se le dé mayor bienestar a la población”, señala.
En concreto, “la agencia va a jugar” en focalizar lo que es el desarrollo productivo, (política de clúster, cadena de valor, mesa sectorial), pensando que en el territorio se pueden generar ventajas competitivas y transformación productiva, para generar indicadores que identifiquen nuevos sectores que el mundo está demandando.
Financiación
Cabe destacar que la agencia tendrá un presupuesto propio, pero también se está trabajando en identificar “cuáles son los organismos multilaterales que están financiando proyectos que puedan tener impacto en lo que Córdoba está haciendo».
Ahora bien, dónde no va a estar la agencia es donde están los propios sectores, las cámaras o los ministerios y representantes legislativos, ejerciendo una labor de lobby y política. “No va a estar en las discusiones de Cámara, la agencia va a estar para transformar, no para representar” asevera Sibilla. Sin embargo, advierte que esto no significa, que una vez identificada “alguna temática en particular”, donde haya que transformar o acompañar a un sector productivo, que la agencia no se involucre en un proyecto compartido, sea con el sector privado y público “para incidir en aquello que se necesite y sentar las bases para un crecimiento sostenible en el futuro”, resume Sibilla.