“Teníamos buenas expectativas para este año pero de repente es como si todo hubiera quedado en stand-by”, dice Rosana Negrini, al frente de Agrometal, uno de los principales jugadores en el sector de la maquinaria agrícola.
“La disposición del gobierno aumentando las retenciones y la irrupción del coronavirus en muchos de los mercados a los que llegamos nos hace estar más atentos. Ahora hay que seguir la situación día a día”, sostiene la empresaria.
Con todo, la empresaria destaca una buena: hay créditos bancarios a tasas más razonables. “A diferencia de lo que venía ocurriendo hasta el año pasado, nuestros compradores ahora pueden acceder a créditos más razonables”, destaca Negrini.
Sin embargo, es consciente que la tirante relación entre el campo y el gobierno de Alberto Fernández puede ser un condicionante para un año que “pintaba bien”.
“El productor está enojado, porque las retenciones se suma a la presión impositiva que tiene que enfrentar el campo, con lo cual todo es más complicado”, añade la empresaria.
-¿Hay riesgo de que ocurra algo similar al 2008 con la 125?
-El temor más grande de la gente de campo es ésa: que esto se convierta en un 2008.
-Da la sensación de que las condiciones son diferentes.
-Sí, pero yo no me animo a ser tajante y decir que esto no va a terminar como aquella vez. Hay que tener en cuenta un dato clave: la rentabilidad no es la misma y eso es, en gran medida, por la fuerte presión impositiva. Muchos van a tener miedo a comprar maquinaria o a vender granos. Hay que ver cómo evoluciona el conflicto.
-¿Qué necesita el sector de la maquinaria agrícola para crecer?
-Que se diferencie entre bien nacional y bien importado y se tenga en cuenta a los que invertimos. Somos muy competitivos, pero no podemos luchar contra el Estado.
-¿Cuánto influye en el ánimo de los empresarios estos cambios en las reglas de juego?
-Mucho. Hace un tiempo pedíamos una década de tranquilidad, para hacer negocios. Ahora me conformo con dos o tres años de estabilidad. No pedimos mucho más.