Córdoba es la provincia manisera por excelencia que este año espera recuperar niveles de exportación y dejar atrás el 2023 marcado por la sequía. Como economía regional, el clúster manisero genera U$S 1.100 millones por año. Además, emplea alrededor de 12.000 trabajadores directos e indirectos en más de 30 localidades del interior de Córdoba, según estimaciones de la Cámara Argentina del Maní.
Cerca del 90% del maní se produce e industrializa en la provincia de Córdoba, lo que lo transforma en una economía regional sumamente importante para la provincia, tanto a nivel de producción primaria, como a nivel de los sectores industrial y agro exportador. Córdoba es reconocida en el mundo por la calidad de su maní y por el desarrollo tecnológico aplicado a su producción, industrialización y acondicionamiento para exportación.
“Esperamos que la cosecha de este año sea mejor que la del 2023 afectada por la sequía y una gran caída en la producción que impactó en los niveles de exportación con una baja del 35%. Las expectativas son buenas pero depende del clima de las próximas semanas. Si se cumplen los pronósticos, Argentina va a volver a tener un volumen de exportación similar a años anteriores”, comenta Diego Yabes, presidente de la Cámara Argentina del Maní, entidad que nuclea a productores y empresas procesadoras.
Argentina es el mayor productor de maní de América Latina, y el séptimo mayor productor en el mundo. Sin embargo es el primer exportador mundial de maní y además se ha consolidado como el principal proveedor de maní de la Unión Económica Europea y es líder mundial de calidad.
Yabes repasó que la oferta mundial está bastante estable y que «Argentina es un jugador importante del mercado internacional de productos de calidad”. Seguidamente destacó que casi el 70% del maní que se exporta va a Europa: «Es el principal destino del mercado de calidad, se hacen snacks y manteca de maní». A su vez, Argentina representa el 70% del maní que importa Europa. Pero también se exporta a otros destinos como Rusia, Australia y Argelia.
Sobre el contexto local, Yabes destacó que hoy el maní no tiene retenciones pero advirtió que hay inflación en pesos y el tipo de cambio, si bien mejoró, se mantiene estable: «eso aumenta los costos en dólares y afecta a la rentabilidad y a los futuros negocios de la Argentina ya que quita competitividad y nos puede dejar fuera del mercado».
Entre los principales desafíos del sector, asegura que apuntan a consolidar a Argentina como el principal país exportador de maní de alta calidad y fortalecer la sustentabilidad del sector. Actualmente la industria manisera se transformó en una economía 360° ya que la cáscara del maní se utiliza como fuente de energía renovable, se aprovecha para elaborar alimento veterinario, como relleno de suelos o en la fabricación de materiales de construcción sustentable, entre otras aplicaciones.
Lo que dejó el World Peanut Meeting en Córdoba
La ciudad de Córdoba fue la sede de la primera edición presencial en Argentina del World Peanut Meeting (WPM), un encuentro que reunió a más de 350 personas de 30 países que representaron a los productores, la industria y la cadena comercial del maní a nivel mundial.
Organizado por la Cámara Argentina del Maní (CAM), el evento contó con la disertación de personalidades de 10 países, quienes presentaron las características del mercado manisero global, tanto en lo que refiere a la oferta de este alimento como a su demanda por parte de los consumidores.
Yabes destacó de la reunión la gran resiliencia que el consumo de maní sigue mostrando a nivel global, pese a diferentes episodios que podrían haber significado una complicación en los últimos años, como conflictos bélicos, inflación o problemas logísticos. Es decir, que el mercado global de maní continuó creciendo de manera estable y sostenida.
De todos modos, el presidente de la CAM mencionó que este horizonte optimista viene acompañado también de una mayor demanda, de parte de los principales países compradores, de sustentabilidad tanto en los procesos productivos primarios como industriales. Una de las principales conclusiones es que habrá una recuperación de los stocks globales que venían algo ajustados en el maní de alta calidad, entre otras cosas por la mayor producción que se espera en Argentina, luego de la fuerte caída que ocurrió el año pasado como consecuencia de la sequía y La Niña.
Puntualmente, la estimación de la CAM es que en la campaña actual se implantaron unas 405.500 hectáreas, lo que implica un incremento del 8,4% en relación al año pasado.
En tanto, la proyección de rendimiento es de 3,5 toneladas por hectárea con cáscara (2,5 toneladas grano “limpio”), un 40% más que las 2,5 toneladas (1,7) del ciclo anterior.
Así, la cosecha se ubicaría en torno a 1,4 millones de toneladas totales (1 millón “limpias”), lo que implica un aumento en comparación con las 940.000 (658.000) del año pasado, siempre que los rindes esperados se validen luego del comienzo de la arrancada y trilla en los próximos 10/15 días. Bajo este panorama, se podrían exportar entre 650.000 y 700.000 toneladas, lo que implica también un incremento de aproximadamente 35% frente a las 507.000 del ejercicio anterior, si los rindes son los esperados.