El Fondo Monetario Internacional (FMI) reveló que el Gobierno se comprometió a eliminar «en el corto plazo» el cepo cambiario y abordar las distorsiones presentes tanto en exportaciones como en importaciones. No obstante, el organismo advirtió que el plan económico propuesto por el ministro de Economía, Javier Milei, enfrenta riesgos significativos debido a factores políticos y su impacto social.
«Tras la gran devaluación inicial a mediados de diciembre, las autoridades se han comprometido a mantener una política cambiaria coherente con los objetivos de acumulación de reservas y un régimen basado en el mercado que evite el enfoque anterior de gestionar los mercados de divisas paralelos y de futuros«, señaló el organismo.
Sin embargo, el FMI expresó su preocupación sobre el riesgo del plan económico de Milei debido a un «contexto político y social complejo», marcado por un Congreso fragmentado, caída de los salarios reales y alta pobreza. En el mismo sentido, advirtió que existe la posibilidad de que el paquete de políticas no alcance sus objetivos iniciales, lo que requeriría una formulación de políticas ágil y planes de contingencia.
La mirada del FMI sobre el plan económico
Según la titular del FMI, Kristalina Georgieva, tras la reunión del directorio, el Gobierno argentino busca alcanzar un superávit fiscal mediante la aplicación de tributos temporales a las importaciones y un fortalecimiento de los gravámenes a los combustibles.
También dijo la Junta del organismo internacional que el año 2023 no se cumplieron las metas del acuerdo pactado por lo que hubo que aprobar excenciones para el país.
Una vez más, la titulad del FMI elogio las primeras medidas tomadas por la administración de Javier Milei para procurar la estabilidad macroeconómica y advirtió que ese camino para la estabilización tiene muchos desafíos.
La directora gerente del FMI puntualizó que «en medio de esta difícil herencia (inflación elevada y creciente, reservas agotadas y altos niveles de pobreza), la nueva administración está tomando medidas audaces para restaurar la estabilidad macroeconómica y comenzar a abordar los impedimentos de larga data al crecimiento. Según Georgieva, estas medidas iniciales evitaron una crisis de balanza de pagos, aunque el camino hacia la estabilización será difícil.
El Fondo Monetario Internacional instó al gobierno para mantener el objetivo de acumulación de reservas después del realineamiento del tipo de cambio. También se habla de un compromiso para eliminar las restricciones cambiarias restantes y prácticas monetarias múltiples en el corto plazo, mientras desarrollan planes para desmantelar gradualmente las medidas de gestión de flujos de capital, una relación directa al cepo cambiario que todavía rige en el país.
Por las dificultades de este proceso económico para la Argentina, el FMI sostiene que la comunicación clara y la asistencia social bien orientada son fundamentales para generar apoyo social y político para el programa.
El objetivo de estos importantes desafíos económicos es que las medidas que se han propuesto lleven a a una recuperación sostenible en el tiempo y equitativa
