Los glamping tienen unos 10 años de existencia, pero en los últimos dos o tres años no solo crecieron en cantidad de opciones, sino que fundamentalmente lograron sumar calidad, prestaciones y amenities que los hacen competir con complejos de cabañas y establecimientos hoteleros en entornos naturales de alto nivel.
El boom de los glamping –una expresión que combina glamour y camping- se nota en la demanda y también en la oferta: los glampings, hoteles sostenibles y eco lodges son de las búsquedas con mayor crecimiento en Google, y dentro de Argentina se han incrementado fuertemente (a ritmos superiores a los 3 digitos) las consultas en el principal buscador de glampings de latinoamérica, Glamping South.
El fenómeno que arrancó en Colombia y Chile ya tiene a la Argentina como el segundo lugar en cantidad de oferta de este tipo de alojamiento, siguiéndolo de cerca al país cafetero, donde este fenómeno se encuentra muy consolidado.
Glampings de Argentina
“Los pioneros en nuestro países fueron Geo Glamping en Córdoba y Huemules en Patagonia. Durante los primeros 5 años (2010/2015) el desarrollo de nuevos emprendimientos creció a un ritmo de 3 glampings por año, la mayoría de ellos en el sur de nuestro país; Rio Negro, Neuquén, y Santa Cruz Los últimos años, antes de la pandemia, la actividad comenzó una curva ascendente más acelerada que se terminó de consolidar en la post-pandemia. En ese periodo (2015/2020) el desarrollo creció a más de 12 glampings anuales, y en los dos últimos años esta cifra llegó a 20 establecimientos nuevos cada año. Se estima que dichos parámetros sigan en alza los años venideros”, detallan desde Glamping South.
A nivel país hoy hay unos 100 glamping (refiriéndonos al complejo que alberga entre 5 y 6 domos) y Córdoba es una de las plazas más fuertes, con 15 emprendimientos, solo superada por Buenos Aires que tiene 19. Aquí se destacan las localidades de Capilla del Monte, Villa General Belgrano, Tanti y pueblos tranquilos como Amboy, San Javier, San Marcos Sierra, Villa Giardino o Cerro Colorado.
El fundador de esa empresa y plataforma, Gustavo De Figueredo, dialogó con Punto a Punto sobre el potencial del segmento y sobre las oportunidades que brinda a inversores que miren nuevas opciones en la vertical turismo:
“Creo que este año va a ser bisagra. Post pandemia tuvo un crecimiento muy grande el formato y creo que ahora se va a consolidar tanto en demanda como en oferta, estamos en el punto de popularizarse. Nosotros fuimos los primeros en el país, tuvimos hace unos 10 años los primeros y fue evolucionando en prestaciones y amenities. Hoy son más grandes y con más comodidades, algunos ya tienen baño y hasta cocina básica adentro, sommiers, climatización, etc”, detalla.
Y remarca que, a diferencia de una cabaña, parte del concepto de carpa en el sentido de que sus paredes son de lona, tienen forma geodésica y además, se construyen con una estructura desmontable, lo que permite que el impacto en el entorno sea menor al de una construcción tradicional.
Propuesta de inversión
Con emprendimientos de cabañas y de glampings, De Figueredo es una “voz autorizada” a la hora de comparar y evaluar las opciones de inversión en estos formatos. Así, describe:
“Desde el lado de la oferta es un negocio muy rentable dentro del turismo y dentro del alojamiento. Hay plazas muy interesantes, miremos el caso de La Falda, por ejemplo, ahí tenemos 85 complejos de cabañas, pero ningún glamping. Si yo estoy pensando en invertir en turismo ahí miraría este formato. Como referencia, nosotros tenemos cabañas y glamping en el mismo lugar. Y puedo decir que vendemos un 20% a 30% más de noches en glamping que en cabaña. Y el costo es de un 25% del de una cabaña. Con lo que construís dos cabañas, que vendes 200 noches, podemos construir 6 unidades de glamping para vender unas 800 noches. Es muy rentable”, asegura.
En concreto: hoy un domo geodésico terminado de 6m de diámetro demanda $800 mil, a lo que hay que sumar el equipamiento y la plataforma que generalmente es un deck de madera que puede demandar unos $400 mil más. Es decir, unos US$3000. Para pensar en un complejo de glamping habría que destinar unos US$15 mil a US$18 mil. La tarifa está rondando el costo similar al de una cabaña de buena calidad, hoy en unos $30 mil, $32 mil.
“Córdoba, Mendoza y provincia de Buenos Aires han sido las provincias de mayor crecimiento. En Córdoba ha crecido y va a seguir creciendo, hay varios proyectos en construcción. Creo que en algún momento vamos a tener un glamping, un complejo, en cada destino turístico”, concluye De Figueredo.