El gobierno de Donald Trump anunció este martes el fin de un programa instaurado por su predecesor Barack Obama que permitió residir y trabajar a 800.000 jóvenes traídos ilegalmente a Estados Unidos siendo niños, dejando en riesgo de deportación a estos indocumentados conocidos como «Dreamers».
«Estoy aquí para anunciar que el programa conocido como DACA, que fue establecido bajo la administración de Obama, está siendo rescindido», declaró desde la Casa Blanca el fiscal general, Jeff Sessions, sobre el plan Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por su sigla en inglés), creado por decreto en 2012.
Mientras el anuncio oficial se daba, en las calles los jóvenes no paraban de protestar. «Y no nos vamos», repetían al unísonono en las calles de Nueva York.
A partir de hoy ya no se recibirán más solicitudes para el DACA, quedan suspendidas y la suerte de los jóvenes está en manos del Congreso quien deberá decidir el procedimiento. Cabe recordar que la Ley DREAM, acrónimo en inglés de «Fomento para el progreso, alivio y educación para menores extranjeros», no contó con el apoyo suficiente en el Congreso cuando fue impulsado por Obama, por lo que el entonces presidente decidió firmar el decreto.
Sessions, conocido por sus posturas antiinmigrantes y que según reportes de prensa habría instado al presidente a pasarle la posta al Poder Legislativo en este tema, fue enfático en que el DACA es «inconstitucional» y que debía acabar.