(Agencias) La reforma previsional en Brasil será más liviana que lo proyectado inicialmente y los trabajadores deberán aportar durante 40 años para poder cobrar el total de la jubilación, afirmó hoy el ministro de Hacienda, Henrique Meirelles. Actualmente, los brasileños pueden acceder a la jubilación con 30 años de aportes y sin mínimo de edad requerido.
Actualmente, el monto de la jubilación es producto de un cálculo que combina tiempo de aportes y la edad del trabajador.
De la propuesta inicial de 49 años obligatorios de aportes, el gobierno redujo su previsión para 40 años en la iniciativa que será enviada al Congreso, donde se necesitan dos tercios de los votos para cambiar la Constitución y el régimen previsional.
«El tiempo mínimo de contribución era de 25 años y lo bajamos para 15; hay una transición de 20 años, entonces en ese lapso será obligatoria la jubilación a los 65», dijo Meirelles sin dar detallar si habrá diferencias entre hombres y mujeres. Esto implicará que quienes esten próximos a dicha edad para jubilarse podrán hacerlo con 15 años de aportes cobrando el 60% del haber, mientras que para cobrar el 100% deberán contribuir durante 40 años.
Para el gobierno terminó siendo una solución a medias esta reforma que aún está siendo resistida por gran parte de los legisladores que buscan la reelección el año que viene y que no quieren cargar con una agenda considerada negativa. «Queremos incentivar a que las personas trabajen más en busca de una jubilación mejor», dijo Meirelles.
El ministro apuntó que el ahorro fiscal se reducirá por esta iniciativa, considera más flexible con el objetivo de lograr aprobarla con más facilidad, para lo cual el presidente Michel Temer invitó a unos 200 diputados a cenar esta noche en el Palacio de la Alvorada, la residencia presidencial en Brasilia.
En lugar de una recaudación de unos 2.500 millones de dólares en diez años, Brasil con esta propuesta reducirá esta estimación a una cifra cercana a los 1.000 millones, según calculó Meirelles.