Medidas mal tomadas, más ajuste al cepo, niveles inflacionarios que se mantienen en alza y la desconfianza hacia el Gobierno Nacional, desencadenaron en la corrida del dólar blue durante la semana pasada.
“La disparada del dólar fue el fruto de un proceso que se viene acumulando en el tiempo, el hito inicial fue el resultado de las PASO en el 2021. El año pasado, en el segundo semestre, el Gobierno empezó a gastar desmedidamente, financiando con emisión. Hubo un déficit fiscal que se disparó en la segunda mitad del 2021, gracias al plan platita que buscaba captar votos”, explica el economista Lucas Navarro y agrega: “hay que ver la historia reciente para entender por qué llegamos a donde estamos”.
Otro de los factores que impactó en la escalada del blue fue el acuerdo con el FMI, al cual el economista describe como “light” y considera que va a ser “difícil de cumplir”. La pérdida de reservas (pese al récord de exportaciones) y la importación de energía son las aristas que también contribuyeron a la corrida cambiaria.
Para Navarro, “la emisión de pesos para financiar déficit fiscal y la pérdida de reservas en un contexto de fuertes distorsiones es lo que mete presión al tipo de cambio”.
“El detonante más cercano fue la caída en el valor de los bonos argentinos. En junio hubo una emisión descomunal para comprar bonos y evitar que el precio siguiera deteriorándose. Hubo una emisión monetaria superior a los 650.000 millones de pesos. De enero a mayo la emisión monetaria para financiar el déficit del sector público fue 69 mil millones de pesos. En junio esa cifra ascendió a 377 mil millones de pesos, es decir que pasaste a emitir en un solo mes cinco veces lo que emitiste en el acumulado de enero a mayo”, alerta el economista.
Y sigue: “Si sumamos esas cifras, ambas para sostener herramientas del Tesoro, obtenemos una emisión que supera el billón de pesos de emisión… solamente en junio. En julio siguieron emitiendo pero lo comenzaron a controlar más, emitieron 430 millones de pesos más. Es decir, desde junio a la fecha, llevan emitido un billón de pesos. Ese descalabro no lo tenías antes de junio y ese combo gatilla el inicio del salto de tipo de cambio”.
Como si fuera poco, a eso se le suma la salida del ministro Martín Guzmán y la entrada de Silvina Batrakis, quien “dio señales poco débiles para controlar las cuentas públicas”. “La falta de confianza y la inestabilidad política que hay en la coalición de Gobierno alimentaron aún más la incertidumbre y desencadenó la disparada del dólar blue en las últimas semanas”, analiza el consultor y actual asesor en el BID.
Sobre lo que vendrá en los próximos días Navarro considera que más allá de los movimientos de la divisa, la desconfianza continúa y no hay señales claras para corregir los descalabros económicos. “La cuestión monetaria venía mal y tuvo una disparada enorme desde junio. La emisión de 1,5 billones de pesos es una locura, si todo eso se vuelca al mercado sería altamente inflacionario en el corto plazo y para evitar eso van tomando deuda con los bancos colocando Leliqs”, explica.
Para el economista, la inflación de julio va a tener un piso del 7% y considera que la proyección anual podría ser cercana al 80% o 90%.
Sobre el rumbo del gobierno en materia económica, Navarro considera que “hay que corregir las distorsiones de precios y dar señales contundentes. Da la sensación de que en un contexto de tanta inestabilidad, cualquier medida se ve complicada. Estamos en una crisis de confianza muy grande. Hay falta de convicción, muchas divisiones y falta de capacidad de gestión”.
En el camino por recorrer de acá a diciembre, el escenario parece poco alentador. “Vamos a seguir en una senda similar a la que venimos. Es difícil que la situación cambie sustancialmente de acá a fin de año. Vamos a empezar a ver una pasada de factura por parte de la actividad económica real, en el segundo semestre vamos a observar un resentimiento por parte de la actividad económica real”.
Finalmente Navarro explica que es “muy difícil predecir lo que va a pasar en lo que queda del año. Va a haber un deterioro de la situación social y es probable que haya un incremento del índice de pobreza”.