La economía muestra una foto con una actividad todavía en movimiento pero que lentamente comienza a estancarse, indicadores sociales en un momento crítico, un dólar que sigue marcando el ritmo de la volatilidad y las expectativas de los argentinos que no paran de caer. A ese opaco panorama, se suma la inflación acelerada que avanza a un ritmo cada vez más cercano a las dos cifras mensuales. Ese escenario enmarcará las elecciones PASO, a mediados de agosto. No es muy alentador, ¿no?
Para saber cuál es el humor empresario camino a las elecciones, consultamos a referentes de los distintos sectores productivos de Córdoba quienes hicieron un balance de los primeros seis meses del año y cuáles son las expectativas que tienen frente a una nueva gestión nacional.
Las variables económicas que evaluaron los empresarios y analistas son: actividad del sector durante el primer semestre, proyecciones de crecimiento e inversiones, principales distorsiones de la macro y las reformas estructurales que debería realizar la próxima administración nacional.
“En el primer semestre tuvimos una particularidad, fueron 6 meses consecutivos de bajas en el consumo comparado con el mismo periodo del 2022. En un solo mes recibimos dos o tres aumentos en las listas de precios, vimos escasez de mercadería y aumentaron las ventas realizadas con tarjetas”, comenta Fausto Brandolín, presidente de Fedecom, para ilustrar la actividad del sector comercial de Córdoba.
Quien se suma a la descripción de Brandolín es Omar Yapur, director de Pastas Bettini. El empresario define como “desafiante” al primer semestre, y explica: “entre los desequilibrios de faltantes de materias primas, aumentos de precios y un mercado que no encuentra el rumbo, nos limita a una gestión del día a día y dirigir solo para el corto plazo”.
Otro cuadro poco alentador pero que describe la realidad económica del país es la de Federico Rodríguez, titular de Lambda Logistics y presidente de Fecacera. “Este primer semestre ha sido realmente muy desafiante para el comercio exterior en general y para la logística internacional en particular. Las marcadas restricciones para importar y también para exportar determinaron una fuerte baja en los volúmenes de operaciones y de generación de recursos genuinos. Las dificultades y demoras para realizar pagos al exterior están ocasionando incumplimientos de contratos y de compromisos”.
Además, asegura que los cambios permanentes en las reglas de juego y la brecha cambiaria atenta de lleno contra el sector exportador, generando un incentivo en las importaciones dañando la industria local.
Quien destaca que tuvo un buen primer semestre es Natalia Pasquale, gerenta en Juan y Félix Pasquale, empresa que se dedica a la producción de grasas comestibles, harina de carne y jabones: “los primeros seis meses del 2023 comenzaron con un aumento importante en el precio de los commodities. Por lo tanto, tuvimos una mejora en la rentabilidad, sumado a la mayor demanda interna de productos de segundas marcas. Realizamos importantes inversiones a fin de mejorar la productividad y ampliar la cartera de productos, lo que afectó positivamente la eficiencia de los procesos”.
Confianza pero con cautela: planes y proyecciones de crecimiento
“Tenemos planes muy interesantes de crecimiento y de desarrollo a nivel nacional e internacional que estamos aplazando debido al contexto local. De hecho, este año hemos fortalecido nuestra estructura incorporando más personas al equipo y sumando nuevas herramientas tecnológicas. Todo esto apostando por un rebote económico que esperamos suceda en 2024. Hoy no podemos definir nuevas proyecciones de crecimiento o inversiones debido a que ello dependerá, en gran medida, del resultado de las elecciones y de que el nuevo Gobierno conciba al comercio exterior como una política de Estado, que tenga un buen programa de estabilización y de sinceramiento de variables macroeconómicas», considera Rodríguez.
Con un planteo similar pero con reserva, Brandolín analiza que las proyecciones que se realizan dentro del sector comercial son moderadas, en gran parte debido a la falta de previsibilidad que sufre la economía. Mientras que las inversiones se mantienen en stand by a la espera de los resultados de las elecciones de octubre. «La falta de financiamiento por parte de los bancos, que destinan la mayor porción al Estado, y el poco crédito que existe es totalmente inviable por las altas tasas, debido a la inflación. La incertidumbre juega un rol crucial en la toma de decisión sobre las inversiones», asegura.
Para Yapur, el objetivo de la empresa es mantener los volúmenes del 2022, sin perder la rentabilidad: “estoy convencido que hay que pasar este año y mantener la empresa fuerte financieramente, ya que el futuro presenta dos oportunidades grandes de crecimiento. Por el lado del campo, que proyecta buenas cosechas, y de la mano de la exportación de gas por la finalización de la obra del gasoducto. Estos dos motores de la economía van a traer grandes oportunidades para las empresas y para el país, si se lo sabe gestionar«.
“Nuestra empresa se encuentra en expansión desde el año 2020 a la fecha, incorporando tecnología y mano de obra. En 2023 estimamos crecer en aproximadamente un 40% la dotación de colaboradores, alcanzando 75 personas hacia finales de año. La facturación en términos reales viene aumentando, si bien los márgenes de utilidad caen por aumento de costos cada vez mayores. En general los actores del Mercado de Capitales se encuentran estables o creciendo levemente”, asegura Aníbal Casas, director de SyC Inversiones.
Con una mirada un poco más optimista, pero sin dejar de lado la incertidumbre macro, Pasquale asegura que ve oportunidades interesantes para las pyme, “ya que se potencia el consumo de segundas marcas, aunque en un contexto de trabas a la importación y regulaciones de precios que hacen bastante incierto el panorama”.
¿Qué reformas estructurales son ineludibles para la próxima gestión nacional?
“Para poner en marcha la economía se requiere una profunda reforma impositiva. Soportamos los impuestos a los ingresos brutos que se transformaron en una pesada carga que destruye la rentabilidad, lo que fortalece aún más la economía informal. Hay que hacer, además, una profunda reforma laboral y terminar con la industria del juicio. Es clave implementar un plan económico que baje la inflación”, analiza el presidente de Fedecom.
La gerente de Juan y Félix Pasquale asegura que es fundamental una profunda reforma impositiva que alivie la carga tributaria de las empresas y pymes.
Alcanzar equilibrio fiscal, eliminar la brecha cambiaria e incrementar la competencia y la inserción internacional de Argentina son algunas de las reformas estructurales que Aníbal Casas considera necesarias.
“Para lograr lo anterior, hay que adecuar las regulaciones, impuestos, costos laborales y no salariales. Paralelamente hay múltiples reformas micro que son necesarias para que los sectores con potencial puedan desarrollarse y generar valor. Pero ninguna reforma micro será efectiva en el largo plazo sin dar consistencia y estabilidad macro. Ya deberíamos haber aprendido…”, advierte.