Este viernes se harían los anuncios oficiales del nuevo dólar agro y un Impuesto PAIS para la importación de servicios. La intención del gobierno es enviar señales al mercado de que buscará acumular reservas -para evitar un salto cambiario en elecciones- y mantener cierto “orden fiscal” en las cuentas públicas
Estas medidas surgen de la conversación que mantuvieron el ministro Sergio Massa con la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, en donde avanzó en los detalles para la remodelación del acuerdo de repago de la deuda externa que la Argentina mantiene con el organismo multilateral de crédito.
En el caso del dólar agro, alcanzaría a economías regionales, girasol y sorgo, con el objetivo de obtener alrededor de US$ 2.000 millones. Se especula que el tipo de cambio para estas exportaciones se ubicaría en torno a los $350.
El dólar agro no sólo llevaría dólares para las reservas del Banco Central (BCRA), sino que sumaría más impuestos vía retenciones. En ese sentido, pese a que los números fiscales del Gobierno -que incumplió casi todas las metas con el FMI en el primer y segundo trimestre- serían difíciles de acomodar con una baja real de la recaudación y un proceso electoral, la meta fiscal con el Fondo se mantendría en 2% del PBI. Se trata sólo de una décima más que la prevista en el programa original con el organismo (1,9%) .
Por otra parte, se establecerá un nuevo impuesto PAIS para bienes suntuarios y servicios contratados en el exterior. Quedarán excluidos del gravamen los bienes de la cadena alimenticia y energética. Además, se establecería que las empresas que utilicen los dólares de sus exportaciones para realizar importaciones, no pagarán el Impuesto PAIS ni el IVA.