Jorge Parra es un agradecido. De la vida y los negocios. Es que el fundador de Familia Parra destaca que desde 1987 hace lo que le gusta. “Los autos son mi pasión y siempre pude desarrollar esta actividad, lo que para mí es un sueño”, dice el creador de Parra Automotores, que con el paso del tiempo, y tras la incorporación de sus cuatro hijos a la empresa, el nombre mutó a “Familia Parra”.
“Puede parecer una cuestión de marketing, pero lo que se ve es la verdad. Toda la familia está trabajando acá y eso es lo que vale”, destaca Jorge. Con el paso del tiempo se fueron sumando Sebastián, Silvina, Virginia y Diego.
“Cada uno lo aporta su impronta al trabajo diario y se toman las decisiones necesarias para que la empresa funcione de la mejor manera. Eso sí: cuando hay que tomar una decisión estratégica la tomamos entre todos y si no estamos de acuerdo los cinco, se busca el consenso. El consenso es lo que prima”, destaca el fundador de la firma, quien también pondera el trabajo que realizó su esposa: “Sin ella no existiría la empresa”.
De cara a lo que se viene, Parra destaca que la “unión familiar” seguirá siendo uno de los pilares de la compañía, que tiene planes de expansión pero también de consolidar las últimas unidades de negocios que se pusieron en marcha.
En cuanto a la implementación de un protocolo familiar, todos los integrantes de la familia consideran que fue un acierto. “Les digo siempre a mis amigos y conocidos: háganlo, es algo fundamental para el desarrollo de la empresa”, sostiene Jorge Parra.
Y añade: “cuando el tutor nos dijo que lo importante era tomar decisiones todos juntos, no lo dudamos y dijimos que había que avanzar. Se hizo fácil porque el objetivo siempre fue el mismo y trabajar en familia para nosotros es un placer, no una obligación”.