Motorola puso primero y sumó un nuevo lanzamiento a su familia de alta gama de celulares. Este jueves anunció oficialmente que comenzará a vender en el país dos smartphones plegables, el Razr 40 y el Razr 40 Ultra, un mes y medio después de su debut internacional. Ambos modelos son armados en Tierra del Fuego, lo que permitirá ofrecerlos a precios más competitivos.
El Razr 40 Ultra ya está disponible a un precio de $ 499.999, en doce cuotas sin interés y con 512 GB de almacenamiento. ¿Los colores? Negro infinito, celeste glaciar y viva magenta, tonos que la marca creó junto a Pantone. Que el nuevo smartphone esté terminado en Tierra del Fuego (como el resto de los smartphones que Motorola vende en el país) le permite tener un precio más bajo al de ese mismo teléfono comprado en el exterior.
El más sofisticado de los dos es el Razr 40 Ultra, aunque comparte con el Razr 40 buena parte de su diseño. Donde se diferencian es en el exterior: el Razr 40 Ultra tiene una pantalla táctil externa de 3,6 pulgadas, protegida por Gorilla Glass Victus y con una tasa de actualización de 144 Hz, que permite operar el teléfono sin tener que abrirlo. Cuando decimos operarlo es utilizar, literalmente, cualquier aplicación en la pantalla frontal sin tener que abrir el teléfono; desde un juego a YouTube o WhatsApp.
La pantalla interior es de 6,9 pulgadas, un panel pOLED plegable, con una tasa de refresco a 165 Hz, la más alta del mercado, y 2640 x 1080 pixeles, protegida por un vidrio ultradelgado. Motorola dice que esos paneles, que tienen entre 5 a 7 capas de materiales diferentes para crear la pantalla flexible son únicos para la compañía, con un tamaño propietario, adaptado a la ergonomía que diseñó para estos teléfonos, que tienen 74 mm de ancho (el mismo que un teléfono convencional), 88 o 170 mm de largo, 15 mm de grosor.
La pantalla se flexiona por acción de una bisagra, que Motorola rediseñó y que soporta 400.000 aperturas y cierres, y que a diferencia de los Razr anteriores, ahora se puede ubicar en casi cualquier ángulo, como si se tratara de una notebook, para ver algo en la parte superior de la pantalla interior cuando el teléfono está apoyado (un video, un texto, o al hacer una videollamada usando la cámara interna) o como un trípode para las cámaras.
El teléfono completa sus componentes con un chip Snapdragon 8+ Gen 1 (el tope de gama del año pasado), con 12 GB de RAM y 512 GB de almacenamiento interno, (en otros mercados se venden versiones con menos almacenamiento), 5G, NFC y Bluetooth 5.3, además de Wi-Fi 6E, parlantes estéreo, carga inalámbrica o por USB-C de 30 watts (viene con el cargador en la caja) y una batería de 3800 mAh.
El Razr 40, llega más adelante
El hermano menor es el Razr 40, que mantiene las dimensiones del Razr 40 Ultra, la pantalla interna y la bisagra, pero reemplaza la pantalla externa por una más pequeña, de 1,5 pulgadas e incluye un procesador más modesto (el Snapdragon 7 Gen 1), y cambia las cámaras por un sensor principal de 64 megapixeles con apertura f/1.7 y un gran angular de 13 megapixeles; compensa la ausencia de la pantalla externa con una batería bastante más grande, de 4200 mAh
En este modelo se pierde la posibilidad de interactuar con el teléfono sin tener que desplegarlo: la pantalla permite tener una pequeña visión de las notificaciones y controlar la reproducción de audio, o ver la hora, pero no mucho más. Desde Motorola aseguran que venderá el Razr 40 en breve en el país, pero sin dar más detalles.