El año pasado, las ventas de Reanult cayeron 21%, por lo que el nuevo CEO de la compañía, Luca de Meo, presentó una plan hasta 2025 con el objetivo de revitalizar a la marca francesa, en un proceso que muchos comparan con el que Fiat llevó adelante con el lanzamiento del Fiat 500, enfocándose en autos más pequeños pero principalmente en segmentos más rentables.
En ese sentido, la plata que la firma posee en Córdoba, en Santa Isabel, se vuelve estratégica para cumplir parte de los planes de la firma del óvalo. A la histórica fábrica de vehículos, que el año pasado cumplió 65 años, se suma la más reciente (construida entre 2015 y 2017) tras una inversión de US$ 600 millones donde su aliada global Nissan produce la pick-up Frontier y desde el año pasado la Alaskan.
Según destaca Apertura, el proyecto en el que se centrará De Meo consta de tres fases.
-La primera etapa se extenderá hasta 2023 y se llama “resurrección”. Se concentrará en
recuperar el margen y generar liquidez después de tres años de pérdidas y de una caída abrupta de las ventas.
-La segunda fase, denominada “renovación”, continuará hasta 2025 y dará lugar al refresh y el enriquecimiento de la oferta de vehículos, centrándose en la rentabilidad de las marcas.
-La tercera etapa, apodada “revolución”, comenzará ese mismo año y se orientará hacia la tecnología y la energía. El grupo quiere convertirse en líder de la nueva movilidad.
¿Cuál es el objetivo del grupo? Lograr un margen superior al 3%. De cumplirse las tres etapas, De Meo estima que la liquidez aumentará en 2025 por encima del 5%.
Desde Francia sostienen que Santa Isabel ya está encaminada en la dirección del plan propuesto por la casa matriz, a partir de la decisión que ejecutó Pablo Sibilla, de convertir a Renault Argentina en un polo productor de vehículos utilitarios, que son los que tienen más margen.
Además de la Alaskan, que se produce en la planta de pick-ups de Nissan, la fábrica del rombo hace el utilitario Kangoo, lanzado en 2018, tras una inversión de US$ 100 millones. De proyectos anteriores, que datan de 2015, Santa Isabel además monta los modelos de automóviles Logan, Sandero y Sandero Stepwey, que también se hacen en Brasil.
Respecto a su presencia global, la planta de Santa Isabel cobra más importancia a partir de que Renault prevé potenciar sus operaciones en países con un margen más elevado: América del Sur, India y Corea del Sur.