Estamos en cuarentena, eso no es novedad, y mientras los humanos estamos encerrados, la naturaleza se está moviendo, se está limpiando, pareciera que quisiera resetearse.
Que tiene que ver esto con la moda? Mucho. Resulta que la moda así tal cual la estamos
percibiendo, así tal cual la estamos consumiendo es una de las industrias que más impacto
ambiental provoca, porque esta tan industrializada que su efecto es directamente
proporcional. Cada vez que se produce más, cada vez se contamina más.
¿Como contamina la industria de la moda?
La mayoría de nuestras prendas están hechas de materiales y procesos que requieren la
extracción de recursos naturales no renovables y producen considerables impactos
ambientales negativos, la producción textil a gran escala genera el 10% de todas las emisiones de carbono del planeta, también contamina en el proceso de teñido usando químicos que resultan ser tóxicos además de grandes volúmenes de agua la cual va a parar a nuestros océanos convirtiéndolos en lugares inhabitables por la gran acides que genera en él .
El agua también se ve involucrada para el riego de los grandes cultivos de algodón (y la deforestación que genera esto) además de los pesticidas que se deben adicionar. En los procesos de lavados de la ropa hecha de tejido sintéticos -poliéster, acrílico y algodón mezclado con poliéster- se liberan al menos miles de fibras de micro plástico que van a parar al océano, sumado a los desechos de las lavadoras particulares.
La industria de la moda principalmente el “ fast- fashion” también promueve a esta crisis
ambiental ya que se caracteriza por producciones seriadas en grandes volúmenes
promoviendo el consumo (a través de sus constantes cambios de temporada y novedades de ropa en sus tiendas ) de prendas que se producen de forma rápida y que al ser de bajo costo también se adquieren rápidamente, lo cual genera una sensación de que la ropa es
“desechable”; y ahí viene otro gran daño, ya que las prendas que no usamos terminan en
vertederos convirtiéndose en grandes volúmenes de desechos textiles al año y como la
mayoría de estos desechos no son biodegradables, pueden llegar a demorar siglos en
descomponerse, sin olvidar que emiten gases nocivos al aire.
Así, es tan rápido el proceso que pasa de la pasarela a la tienda, de ahí al consumidor y así también a la basura. Pero no solo hablemos de impacto ambiental y económico sino también del impacto social ya que para producir mas y rápido se requiere mayor recurso humano por lo cual se termina subcontratando a empleados en condiciones poco éticas con sueldos mínimos y condiciones laborales pésimas, como bien se evidenció con el derrumbe de una fábrica en Bangladesh en el año 2013, donde se producían prendas para alrededor de 30 marcas occidentales y que dejó 1.100 muertos y más de 2.500 heridos. Así estamos, consumiendo más ropa, usando cada vez más recursos naturales y pagando menos, una ecuación que nos es saludable para nadie.
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