Si bien en Argentina el 59 % de las mujeres logra alcanzar el orgasmo en encuentros sexuales con alguien más el 38% dice que lo alcanza con dificultad.
Según datos recaudados en el Informe realizado por la Sociedad Argentina de Sexualidad Humana junto a la boutique Erotique Pink en el que se encuestó a más de 500 mujeres argentinas en 2018, en relación con la frecuencia en que se logra alcanzar el orgasmo, se evidencia que existe un 59,2% que afirma “siempre o casi siempre” lograr llegar al orgasmo. Sin embargo, existe un 9,1% que se le hace muy difícil alcanzar el clímax durante el coito sexual y un 38,7% que lo considera “un poco difícil”.
Para Francesca Gnecchi periodista diplomada en sexualidad y directora de Erotique Pink la búsqueda por llegar al orgasmo se ha vuelto una presión más, “hoy no sólo es querer llegar sino también presionarnos por lograr la multiorgasmia, el squirt, el orgasmo por penetración, el simultaneo, etc. Lo importante es bajar las expectativas, relajarnos, conocer nuestro cuerpo, qué nos da placer y comunicarlo y entender que no todos los cuerpos funcionan de la misma forma por lo que cada una debe encontrar su propio placer”.
“Es importante que no comencemos un encuentro con nosotros mismos o con alguien más con la meta del orgasmo porque termina siendo contraproducente y por otro lado recomiendo explorar otras formas de placer saliendo un poco de los genitales y de la penetración como única alternativa” aconseja Francesca quien también recomienda acudir a profesionales si la dificultad para alcanzar el orgasmo es algo que nos inquieta.
Según el informe “El movimiento corporal se asocia con el orgasmo durante el coito vaginal en mujeres” de Annette Bischof-Campbell, Peter Hilpert, Andrea Burri y Karoline Bischof (2019) publicado en The Journal of Sex Research los investigadores exploraron qué factores pueden estar relacionados con los orgasmos en una muestra de 1.239 mujeres y los hallazgos sugirieron que las mujeres experimentaron orgasmos más frecuentes durante las relaciones sexuales vaginales cuando incorporaron estimulación directa del clítoris, independientemente de si comunicaron o no movimiento corporal o inmovilización corporal. Sin embargo, el movimiento corporal de ida y vuelta de la pelvis y el tronco, a diferencia de la inmovilización corporal, también se asoció con una mayor frecuencia de orgasmos durante las relaciones sexuales vaginales, incluso sin estimulación simultánea del clítoris directo.