En diciembre del 2016 Andes Líneas Aéreas ponía en marcha el primer vuelo entre Buenos Aires y Córdoba. Con tres aviones y una fuerte inversión (anunciada por sus ejecutivos de US$ 36 millones), el objetivo era ambicioso: unir al país a través de 16 rutas, con fuerte presencia en Córdoba.
Hoy, la realidad es otra. A tal punto que la firma tiene dos motores a la venta con la idea de mejorar su estado financiero. La definición no es una especulación. Lo confirmó el propio gerente General de la compañía aérea, Horacio Preneste.
«Dada la recesión y la situación del país, a la empresa se le hace muy difícil competir. Hemos tenido atrasos con los salarios, hoy se está debiendo agosto y parte de julio. De los cinco aviones con los que contamos, tenemos dos operativos y dejamos a de volar rutas a Córdoba, por ejemplo. Y pusimos dos motores a la venta para mejorar nuestro perfil financiero. Cada uno nos puede aportar medio millón de dólares», especificó.
Preneste sostuvo que hasta ahora Andes no pudo sobreponerse a las sucesivas devaluaciones, como tampoco «a la dolarización del combustible y los privilegios en la competencia que tienen empresas como Aerolíneas Argentinas».
«Así como funciona el sistema, en el contexto económico en el que estamos, el resultado será más compañías quedando afuera del mercado. Si no se modifica el alza de costos, la sobreoferta y la recesión, significará la quiebra del sistema en su totalidad. Es imposible operar por mucho tiempo bajo estas condiciones», aseguró.