El famoso fabricante de cámaras de acción GoPro no pasa por un buen momento. Sus cámaras deportivas son demasiado duras y los que las compran acaban usándola durante años, mientras que los que las compran por capricho acaban aburriéndose de ellas y se olvidan. Para diversificarse crearon una división de drones, pero ahora parece que tampoco les va bien.
Según informa TechCrunch GoPro despedirá a 300 personas, la mayoría de la división de drones Karma. Los despidos han sido inmediatos, pero seguirán cobrando hasta el próximo 16 de febrero.
El problema de GoPro es que han querido entrar en un mercado muy competitivo, donde los fabricantes chinos como DJI no sólo son líderes por precio, también por calidad. Además, el lanzamiento de sus drones compactos Mavic Pro y Spark al mismo tiempo provocó que los interesados en un drone se decidiesen por un DJI.
GoPro Karma se empezó a vender a finales de 2016. Por un error que provocaba que se estrellase, se tuvieron que devolver las unidades vendidas. No empezaron a venderlo de nuevo hasta febrero de 2017. Este abrupto inicio de ventas no preveía nada bueno.