Como consecuencia de la creciente inflación y la pérdida del poder adquisitivo, el 51% de los argentinos prevé cambiar de trabajo y el 69% confía en encontrarlo en los próximos seis meses, según revela una encuesta de la consultora Randstad realizada a más de 750 personas con y sin trabajo.
Al respecto, se indicó que los resultados «muestran una continuidad de la tendencia iniciada en la salida de la pandemia, caracterizada por una mayor inclinación al cambio por parte de los trabajadores y la priorización de la realización personal como parte del desarrollo profesional».
De acuerdo a la consultora, el 51% se encuentra en busca de una mejora en términos de salario y beneficios. En tanto, se mencionan otras razones por los participantes de la muestra para buscar un nuevo empleo, como: oportunidades de desarrollo profesional (20%); mejor ambiente de trabajo (8%); mayor flexibilidad (6%); opciones de trabajo remoto (5%); tener un trabajo con propósito (5%); trabajar en una empresa innovadora (3%); y otras razones (2%).
Andrea Ávila, CEO de Randstad para Argentina, Chile y Uruguay, afirmó: “Los niveles de inflación no muestran señales de descenso en el corto y mediano plazo, llevando a los trabajadores a poner especial atención a sus posibilidades de mejora salarial, tanto dentro de su actual trabajo como a través de un eventual cambio de empleador. Aún con condiciones macroeconómicas adversas, los indicadores de demanda laboral no están viendo afectados, motivo por el que las personas que se inclinan por un cambio laboral se sienten confiados en poder conseguir un nuevo empleo rápidamente, aunque, por diversas razones, no todos los que indican querer hacer el cambio terminan concretándolo”.
Pese a estos datos, el 50% de los encuestados afirmó estar satisfecho con su empleo actual; el 33% mantuvo una posición neutral, mientras que el 15% de los participantes aseguró estar insatisfecho con su empleador y un 2% afirma estar muy insatisfecho.
«Aún con niveles altos de satisfacción general con el empleo actual, la coyuntura económica y la búsqueda de mejores condiciones presionan sobre la movilidad laboral, alentada por un mercado laboral demandante», expresó Ávila.