Pablo Custó es el creador de la marca de indumentaria Custore. Según cuenta, el emprendimiento nació en el año 2018 como una forma de resolver y simplificar la forma de vestirse. “Surgió por una problemática mía que no sabía cómo vestirme. Nunca me gustó comprarme ropa. Me costó unos años entender que con una remera básica podía resolver el tema, pero me di cuenta que las remeras simples eran o de muy mala calidad o terminaba pagando una fortuna en los shoppings”.
De esta manera, el emprendedor relata que empezó a investigar y “meterse al mundo textil”. Así, comenzó la fabricación y venta de las primeras remeras en colores blanco, negro y gris con cuello básico, escote en “v” y con botoncitos.
Si bien en los inicios, la venta fue on line, la marca comenzó a tener mayor recepción en los clientes, creció y surgió la necesidad de contar con un punto físico donde los potenciales clientes puedan verlos, más allá de contar con la tienda virtual. “Siempre se vendió bien por la web, con una clientela muy fiel», aclara.
Así fue que decidieron contar con un espacio físico: “Nos prestaron un rincón en un local multimarca, pero notamos que en el transcurso de seis meses el 80% de lo que facturaba el local se lo aportaba Custore”, remarca. Fue recién en diciembre del 2021 cuando surgió la posibilidad de abrir el primer local exclusivo de la marca.
“Decidimos abrir con todo el miedo y la incertidumbre de lo que implica tener un local exclusivo de remeras básicas, más allá que hay una cartera de productos acotada como gorros, buzos y pantalones”.
En lo que fueron los inicios, la empresa comenzó fabricando 100 remeras y actualmente fabrican alrededor de 1.000 por mes. Al siguiente año, el emprendedor sumó a dos socios, Franco Festa y Daniel Claro, con quienes recientemente inauguró dos nuevos puntos de venta en simultáneo en la ciudad de Córdoba: uno en la esquina de Rivadavia y 25 de mayo y el otro en Nueva Córdoba, sobre Obispo Trejo al 800.
Modelo franquiciable
Como parte del proceso de expansión de la marca, el empresario ya tiene en mente comercializar franquicias: “Actualmente estamos en condiciones de comercializar las franquicias pero no lo hicimos este año porque terminamos con la incertidumbre del contexto electoral, pero es uno de los principales objetivos del 2024 para llegar a todas las provincias del país vendiendo franquicias”.
En cuanto al modelo de franquicia que piensan comercializar destaca la rentabilidad y la accesibilidad comparándolo con lo que hay en el mercado. “El recupero de la inversión es bastante rápido” asegura. “Para quien quiera tener una franquicia deberá pensar en desembolsar US$ 20 mil, que incluye feed de ingreso, stock inicial que son alrededor de 10 mil dólares y los otros 10 mil son para el armado y montaje del local”, explica Custó.
En cuanto al tiempo de recupero de inversión, el empresario aclara que esto dependerá del modelo que se aplique. “Puede ser entre 12 y 15 meses, dependiendo de en qué fecha abras el local, no es lo mismo abrirlo en septiembre que en febrero” advierte.
Por otra parte, la marca ya se encuentra realizando tratativas para llevar la marca a países limítrofes como Uruguay y Paraguay.
Marca sustentable
El empresario cuenta que son conscientes que la industria textil es una de las más contaminantes, pero que intentan aportar desde su lugar con prendas de calidad, versátiles y de mayor durabilidad que con el tiempo contribuye a que no hayan tantos desechos textiles. “Si bien hay productos que aún no podemos encontrarle la vuelta, tratamos de hacer todo lo posible para ser lo más conscientes en la actividad que desarrollamos. Por ejemplo el packaging está conformado por cajas reciclables y compostables en su totalidad”