En medio de un contexto económico desafiante marcado por la inflación creciente, la estrategia de transformar el capital en dólares y reservarlo, conocida como «dólar colchón», ya no resulta tan efectiva si el objetivo es lograr un crecimiento del mismo.
Por esta razón, la búsqueda de alternativas para obtener un mayor rendimiento financiero se ha vuelto una prioridad para los inversores en el país.
Los mercados económicos latinoamericanos, y en particular el argentino, se caracterizan por operar en dólares debido a la búsqueda de una moneda sólida que asegure la estabilidad a largo plazo.
En este escenario, surgen diversas opciones de inversión, que incluyen bonos, CEDEARS, criptomonedas, plazos fijos, inversión en Real Estate, entre otros.
Dividenz, la plataforma de inversiones en Real Estate estadounidense, explica que cada uno de estos activos propone plazos, rentabilidades y grados de riesgo distintos.
“Algunas alternativas de inversión requieren mayor nivel de seguimiento y conocimiento, otras son más volátiles pero estiman mejores rentabilidades en plazos más cortos. Es por eso que siempre el primer paso es informarse al momento de definir cuál es la opción que mejor se adapte a los objetivos, las necesidades personales, y el contexto financiero”, explica Iván Chomer, CEO de Dividenz.
En los últimos años, en medio de los vaivenes de la economía nacional, la inversión en Real Estate estadounidense se convirtió en una de las opciones más elegidas al ofrecer una sólida protección del capital. Un informe de The National Association of REALTORS del 2022 indicó que México (23%), Colombia (10%) y Argentina (8%) son los principales países latinoamericanos en invertir en propiedades en los Estados Unidos como una estrategia para proteger su capital y generar ingresos en dólares, lo que les brinda seguridad y estabilidad en un arduo entorno económico.
Al mismo tiempo, una cuarta parte de estos inversores elige el modelo multifamily, que dentro del sector inmobiliario estadounidense, representó el volumen de mayor inversión con un total de u$s 294.000 millones a lo largo del año pasado.
Esta forma de invertir se centra en propiedades residenciales ya construidas que generan ingresos constantes en dólares a través de alquileres y ofrece la oportunidad de diversificar el capital con un monto inicial mucho más bajo del que se necesitaría, por ejemplo, para comprar una propiedad completa. Además, al no depender de los ingresos de una sola unidad permite mitigar riesgos financieros y preservar el poder adquisitivo.
Según Moody’s Analytics, durante este año la mayoría de los estados registran viviendas multifamiliares con tasas de ocupación del 94.5%. Además, otro de los beneficios de la renta multifamiliar es que históricamente mantiene una gran performance en relación a otros activos. En momentos de inflación o crisis, el Real Estate se considera un activo de «economía dura», ya que está respaldado por las viviendas de las personas y se mantiene alejado de la especulación financiera.
“Una buena forma de invertir es la de posicionarse en activos reales que generen rentas que acompañen la suba de precios. Con el modelo multifamily en Estados Unidos le estamos ofreciendo a los latinoamericanos poder acceder de manera remota a inversiones cross border en Real Estate, que han demostrado ser una inversión con excelente performance y que permite proteger el patrimonio frente a la volatilidad de los mercados financieros. ”, concluye Chomer.