Por Gabriel Silva
El juego en tándem está funcionando. El baile coreográfico del gabinete del Gobierno provincial para salir a cuestionar a funcionarios nacionales, como así también a la gestión, está atravesando un buen momento. Desde que el gobernador Juan Schiaretti salió a posicionarse en el plano nacional con reuniones con dirigentes del radicalismo y pares de otras provincias, en la administración schiarettista el mensaje fluyó: “’el Gringo’ va a jugar y la proyección se basa en la gestión provincial”.
Así, sin mucho por aclarar, cada uno en el gobierno de Schiaretti tiene juego libre para salir a cuestionar desde su ámbito a las políticas de la Nación. Y en los últimos días se vio con tres ejemplos claros: el ministro de Agricultura, Sergio Busso; el de Finanzas, Osvaldo Giordano; y el de Producción, el exkirchnerista Eduardo Accastello. El tridente, cada uno en su ámbito de competencia, salió a cuestionar las políticas de Balcarce 50.
Todo, después de que el propio Schiaretti salga a endurecer su discurso a la poca previsibilidad, la grieta interminable, la inflación y la tensión que siempre el albertismo/cristinismo le imprimió en su relación con el campo.
Salir de la grieta por arriba. Hace semanas que Schiaretti viene definiendo a la grieta como un laberinto y que, como tal, se sale del mismo por arriba. Misma definición que utiliza el diputado nacional del radicalismo Facundo Manes.
Schiaretti empezó, con detalles, a modificar su perfil con miras a una proyección nacional 2023. En encuentros con la prensa que hasta hace unos meses eran imposibles, el gobernador empezó a responder acerca de la gestión nacional y es muy crítico de la política económica del gobierno de Alberto Fernández y Cristina Kirchner.
Sin hacer menciones a los funcionarios, Schiaretti cuestionó la inflación y también cruzó a Cambiemos. Lo que viene en la agenda schiarettista es ver cuánto de esto -exposición y mensaje- lo hacen crecer en términos de encuestas sin pagar costo político. O, lo que es peor, ver complicado el segundo semestre a raíz de un retaceo de fondos nacionales. O una merma en los ingresos genuinos como consecuencia de la crisis económica.
Ministros a la cancha. Por debajo de las declaraciones del dueño del principal despacho de El Panal, están las de los integrantes de su gabinete. Y acá, todos tienen juego.
Ya fueron muy duros Giordano, Accastello y Busso. El titular de Finanzas remarcó la falta de diálogo -que ya existía y continuó- con la aún ministra de Economía nacional, Silvina Batakis.
En tanto, Busso fue más duro y cruzó al Presidente en una entrevista el lunes en Pulxo 95.1FM. Allí, el titular provincial de Agricultura hizo referencia a las declaraciones de Alberto F. que dijo que en el campo «guardan 20.000 millones de dólares y no liquidan esperando mejor rentabilidad». Al cruzarlo, Busso dijo: «es muy malo lo que está ocurriendo y que, en un momento tan crítico del país, el Presidente salga a decir una mentira».
Por su parte, Accastello, el ministro con pasado en el kirchnerismo que tiene la gestión schiarettista cuestionó que “no haya soluciones de fondo”. “Si seguimos teniendo complicaciones para importar en los próximos 15 o 30 días habrá severas dificultades en la producción por falta de insumos para las empresas. Hay que recordar que el 85% de las empresas que exportan requieren de algún tipo de insumo para poder producir y luego exportar”, dijo Accastello.
El funcionario aguarda para los próximos días una reunión con su par a nivel nacional, Daniel Scioli, un viejo conocido de cuando ambos compartieron la campaña en el 2015. Uno como candidato a presidente y el otro como candidato a gobernador.