Uno de los imputados en la causa Ciccone, el sindicado como el testaferro del ex vicepresidente Amado Boudou, Alejandro Vandenbrole, no sólo negoció con la Justicia, mediante el ministerio de Seguridad, a cargo de Patricia Bullrich, acogerse al régimen del arrepentido, sino que además solicitó que se le pague un millón de dólares para hacerlo.
Las tratativas fueron llevadas adelante por su abogada, Liliana Cobas, que según consignó el diario La Nación, fue quien se comunicó primero con los efectivos de Prefectura Nacional que luego alertaron a Bullrich. En lo pasos siguientes es cuando las versiones se entrecruzan.
Las filtraciones se dieron en la prensa fueron, según explicaron desde el entorno de Vandenbroele, junto con algunos llamados intimidatorios que recibió, los motivo detrás de la caída del intento de llegar a un acuerdo. Fuentes gubernamentales consultadas por éste medio negaron que el Ejecutivo haya tenido algo que ver con el cambio de decisión. “Es un tema de la Justicia”, manifestaron.
Vandrenbroele además dela causa Ciccone, como también el ex ministro de Economía, tienen que afrontar la investigación por sus servicios en el canje de deuda de la provincia de Formosa. La operatoria, realizada mediante la sociedad que luego se quedaría con Ciccone, “The Old Fund”, para la Justicia habría sido una forma de coima encubierta para ue Boudou, como ministro de Economía, aprobará la restruccturación de la deuda que dicha provincia mantenía con el Estado Nacional.