“La administración que asuma en diciembre en 2023 se enfrentará con problemas similares a los que existían en 2015, algunos agravados, otros morigerados: Iguales o menores reservas netas en el BCRA en 2023, con importaciones “rezagadas” y exportaciones “adelantadas”, y en los dos casos con férreo cepo cambiario e importador”, esa es una de las primeras conclusiones de un reciente análisis sobre la actualidad macro encarado por los economistas Marcelo Capello y Nicolás Cámpoli.
Los analistas del Ieral de la Fundación Mediterránea se propusieron indagar sobre la evolución de algunas de las variables clave de la macro para identificar si esta transición electoral se parecerá o no a la del 2015.
En ese plano es que destacaron que hay un tipo de cambio retrasado, aunque en 2023 en menor medida que en 2015. Con mayor brecha cambiaria en el presente.
En tanto remarcaron que este año la inflación será al menos 4 veces mayor que en 2015, mientras que el déficit primario será alto, pero probablemente menor que en aquel año.
“Tarifas rezagadas en 2023, pero menos que en 2015. El riesgo país es ahora 4 veces mayor, y el peso de la deuda es también mayor, con lo que el reingreso a los mercados de deuda resultará más lento que en aquella oportunidad. Las variables sociales están en peor situación en 2023 que en 2015, tras poco más de una década de estanflación”, señalaron.
Y subrayaron que las fechas políticas importantes hasta fin de año son: 1°) 24 de junio, en que se conocerán los precandidatos a la presidencia; 2°) 13 de agosto, se realizan las PASO; 3°) 22 de octubre, la elección general; 4°) 19 de noviembre, eventualmente se desarrolla la segunda vuelta electoral; y 5°) 10 de diciembre, en que asume nuevo gobierno.
“Las decisiones públicas y privadas pueden ser diferentes mientras no exista nuevo gobierno electo, desde que éste haya sido consagrado y, por supuesto, desde que asume el mando. A la precariedad de las variables económicas se agrega el hecho que los años con elecciones de presidente y gobernadores nunca fueron fáciles. Prevalece la incertidumbre sobre la agenda del gobierno que resulte electo, pero también sobre las decisiones de la gestión saliente, ya que aumentan los incentivos para medidas oportunistas e insustentables”, destacaron sobre la transición que se viene.