En medio del debate por la urgencia o no de aplicar una devaluación del tipo de cambio oficial o de proyectos de unificación del tipo de cambio o de dolarización el economista Gustavo Reyes, del Ieral, analizó el impacto que puede alcanzar una devaluación a la hora de pensar en una competitividad cambiaria sostenible.
En ese sentido es que Reyes analizó los resultados que tuvieron los saltos devaluatorios seguidos de modificaciones en el régimen económico, sobre el Tipo de Cambio Real (TCR) de la economía (valor del dólar ajustado por los precios tanto de Argentina como de Estados Unidos).
“A lo largo de la historia de Argentina ha habido numerosos episodios de saltos cambiarios. Entre todos ellos, se destacan a continuación cinco episodios que fueron seguidos por un determinado plan o al algún tipo de cambio en el régimen económico”, plantea. Y enumera:
-Marzo de 1967: salto cambiario mensual nominal del 37% – Plan Krieger Vasena. La tasa de inflación, que en el último trimestre de 1966 había sido del 5.5% mensual en promedio, cayó al 2.2% promedio en el segundo trimestre de 1967),
-Febrero de 1990: salto cambiario nominal del 219% mensual. A poco tiempo del Plan Bonex y en el medio de la segunda hiperinflación en menos de un año. La tasa de inflación, que en el primer trimestre de 1990 había sido del 78.8% mensual en promedio, cayó al 13% promedio en el segundo trimestre de 1990).
-Enero de 1991: salto cambiario nominal del 69% mensual. Previo al Plan de Convertibilidad. La tasa de inflación que, en el primer trimestre de 1991 había sido del 15% mensual en promedio, cayó al 2.2% promedio entre abril y diciembre de 1990), ·
-Enero de 2002: salto cambiario nominal del 80% mensual. Caída del Plan de Convertibilidad. La tasa de inflación, que había saltado del -0.1% mensual en diciembre del 2001 al 10.4% en abril de 2002, cayó al 1,6% mensual promedio en el segundo semestre de 2002), ·
-Diciembre de 2015: salto cambiario nominal del 42% mensual. Unificación del mercado cambiario al comienzo del gobierno de Macri.
Así, en el mes previo a los saltos cambiarios descriptos anteriormente, el rango del precio del dólar oficial a valores de mayo de 2023 estaba entre $/u$s 185 y 594, mientras que el valor promedio para los cinco casos era de $/u$s 320.
“Pasados 10 meses del salto devaluatorio, el TCR promedio para todos los episodios considerados era casi un 50% mayor que el previo a los shocks cambiarios. Es decir, a casi un año, el valor del dólar oficial ajustado por precios registró un importante aumento respecto de su nivel inicial”, dice Reyes.
Sin embargo, cuando se observa con mayor detalle los distintos sucesos devaluatorios, se destacan dos experiencias que claramente se encuentran bastante alejadas del resto de los otros episodios. El caso que presenta el menor “pass through” (traslado a precios de la devaluación) es justamente el que comenzó con el nivel inicial más bajo del tipo de cambio (diciembre de 2001). De forma similar, el salto cambiario con mayor “pass through” es el que inicialmente mostraba el precio más elevado del dólar previo al salto devaluatorio (Enero 1990). Dados estos importantes desvíos, se recalculó el promedio eliminando los dos casos extremos (“outliers”). El nuevo precio promedio del TCR luego de los 10 meses siguientes a los saltos devaluatorios fue solamente un 7% mayor que el inicial.
“El análisis anterior muestra claramente la dificultad de alterar en forma permanente y significativa al TCR mediante saltos de devaluación. Como predice cualquier modelo teórico, shocks nominales (devaluaciones) no generan efectos permanentes sobre variables reales.
Las mejoras del TCR persistentes en el tiempo deben buscarse en las variables que determinan el equilibrio de este importante precio relativo. Entre los principales “fundamentals” que afectan al TCR, algunos son independientes del resultados de las políticas económicas del país, otros claramente no y hay un tercer grupo que depende de las condiciones relativas al resto del mundo”, remarca el economista.
“De esta forma, más allá de las urgencias de corto plazo, alcanzar mejoras sostenibles en el tiempo para el TCR requiere diseñar políticas que apunten a mejorar la actualmente muy baja productividad de la economía, a eliminar drásticamente los altos controles y barreras al comercio internacional y a reducir los insosteniblemente elevados niveles del actual gasto público consolidado. Políticas que logren estos resultados no solamente mejorarán el TCR, sino también permitirán una importante mejora en el crecimiento económico y un mayor bienestar a los argentinos”, sintetiza Reyes.