El 78,9% de las pequeñas y medianas empresas industriales espera que, a raíz de la caída del consumo en medio de una fuerte presión inflacionaria, con aumentos en diciembre del orden del 25,5% y valores que serían similares en enero, el sector atraviese «una crisis de empleo» por el cierre de fábricas durante los primeros meses del año.
Así lo reveló una encuesta realizada por Industriales Pymes Argentinos (IPA) entre sus asociados de todo el país, cuya gran mayoría considera «que la demanda local bajará en el primer trimestre del año, lo que generará una fuerte suba de la ociosidad en la capacidad instalada de la industria, junto con una reducción de la dotación del personal y un derrumbe de las horas trabajadas«.
En este contexto, el mandatario de la entidad, Daniel Rosato, alertó que la pérdida del poder adquisitivo de la población, en general, y especialmente de los trabajadores, “golpeará a la producción nacional, que se verá obligada a ajustarse en todos los frentes, con el riesgo latente de cierres de fábricas”.
“En el sondeo mensual que realizamos a nuestras pymes de todo el país confirmamos que las expectativas de los industriales son muy negativas para el primer trimestre del año, con caída del consumo y continuidad de las restricciones a los insumos importados, aunque con una moderada liberación de las importaciones de productos terminados, entre otros puntos consultados. Vemos que se trata de un escenario muy grave”, agregó.
La máxima autoridad de IPA señaló que “la crisis de las fábricas tendrá como resultado la desvinculación de personal ante la baja de la producción”, pero aclaró que “de profundizarse la situación, como está previsto por las Pymes para el primer trimestre, se convertirá en la antesala de un cierre masivo de fábricas, que llevará años recuperar”.
Por lo tanto, y en sintonía, remarcó la necesidad de que “el Gobierno Nacional tome nota de esta situación, para evitar un derrumbe del mercado interno, que atente contra el empleo privado, que es el único que sostendrá el achique del Estado que está planteando el presidente Javier Milei”.
El 78,9% de las Pymes espera una caída de la actividad y el 56,3%, que la dotación de personal disminuya
Respecto a los números, la encuesta reveló que sólo el 4,2% de los encuestados considera que “subirá la demanda local en los próximos 90 días”, mientras que el 16,9% confía en sostener la actividad verificada hasta principios de enero.
Completa el cuadro el 78,9% que espera una baja de la actividad. Esa situación redundará en el uso de la capacidad instalada de las fábricas, ya que el 67,6% pronosticó una caída; mientras que un 26,8% espera mantener las mismas máquinas que hasta el momento.
En términos de comercio exterior, el 76,1% de las Pymes agrupadas en IPA exporta sus productos. De ese total, el 42,6% prevé que sus exportaciones se mantendrán sin cambios; mientras que el 37,1% cree que se mostrarán a la baja y un 20,4% espera crecimiento.
En materia de importaciones, el 94,4% importa parte de sus insumos. El 76,1% de las Pymes consultadas confirmó que la actualidad se ve afectada por la falta de acceso a dichos insumos. A futuro, el 47,8% se prepara para un retroceso en las compras de insumos necesarios para la producción nacional. En la otra punta, un 26,8% esperan una suba, mientras que el restante 28,4% pronosticó una continuidad en las compras al exterior.
Respecto a la evolución del stock de productos terminados, el 40,8% de los empresarios encuestados cree que el stock bajará; mientras que un 36,6% espera que se incremente, y un 22,5% vaticina que el escenario se mantendrá inalterable durante el primer trimestre.
La investigación anticipó que el 47,9% de las pequeñas y medianas empresas industriales espera que las necesidades de crédito suban; el 29,6% pronostica una caída de esa demanda; mientras que el 22,5% espera que se sostenga.
En materia laboral, el 56,3% de las Pymes encuestadas proyecta que la dotación de personal se resentirá, mientras que un 39,4% espera poder sostener a su plantel de trabajadores. Y este escenario negativo se refuerza en la cantidad de horas trabajadas: el 62% espera que una disminución y un 32,4% confía en sostenerla.