La consultora IDESA difundió este lunes un informe en el que advierte que tanto el impuesto por Ingresos Brutos como el de Sellos «son tributos muy rudimentarios que crecieron significativamente en la última década en todas las provincias, procurando compensar la fuerte apropiación de recursos a nivel nacional». En consecuencia, sostiene que el «principal desafío» que tiene el Gobierno de Mauricio Macri con la reforma tributaria, es «inducir la eliminación o reducción» de los impuestos a los Ingresos Brutos y a los Sellos, y compensar esa decisión con un aumento en los gravámenes sobre las propiedades, «donde actualmente se recauda muy poco».
Según IDESA, en promedio la recaudación de las provincias se explica en un 76 por ciento por Ingresos Brutos, un 20 por ciento por impuestos a la propiedad y un 3 por ciento por otros tributos. «Estas proporciones ponen en evidencia que el Impuesto a los Ingresos Brutos está siendo el pilar de la autonomía financiera de las provincias. Consecuentemente, cualquier cambio requiere activar una fuente alternativa de recursos», evaluó IDESA.
Por tal motivo, el informe considera que «resulta pertinente evaluar la potencialidad de los impuestos a la propiedad». En ese sentido, datos del Ministerio de Hacienda indican que las provincias recaudan a través de los impuestos a la propiedad el equivalente al 1,1 por ciento del PBI. «Este dato muestra que las provincias recaudan relativamente poco con los impuestos sobre la propiedad. Se trata de una importante debilidad del sistema tributario ya que estos tributos son los que contribuyen a mejorar la distribución del ingreso y tienen un impacto menos distorsivo sobre la producción y la generación de empleos», subrayó la consultora.
«Se necesita coraje político y capacidad técnica para abordar la sustitución de impuestos distorsivos por tributos sobre la riqueza», asegura en otro tramo del informe. «Hay que tener en cuenta que Ingresos Brutos y Sellos resultan fáciles de recaudar desde el punto de vista administrativo y muy amigables desde el punto de vista político ya que pasan inadvertidos para gran parte de la población», añadió.
De todos modos, desde la consultora aclararon que, por el contrario, los impuestos a la riqueza «son complejos de gestionar y recaen de manera explícita sobre los segmentos medios y altos de la sociedad, generando muchas resistencias y rechazos». Para IDESA, el Gobierno nacional debería eliminar el Impuesto a los Bienes Personales, «para permitir que las provincias sean las únicas responsables de administrar los impuestos al patrimonio».