Por Eduardo Bocco. Así como el gobernador Martín Llaryora morigeró su discurso contra Milei y, es más, prácticamente se alistó entre los que defienden la nueva ley de bases y el DNU, la Casa Rosada toma nota de que, más allá de las diferencias personales con los funcionarios provinciales, en esta provincia se levantó un bastión que defiende a capa y espada al jefe de Estado y sus políticas de Gobierno.
Córdoba había pedido gendarmes para custodiar las fronteras donde simpáticamente circula el narcotráfico. Esta semana vino la ministra Patricia Bullrich con anuncios sobre el tema y confirmó el armado de un comando que integrará todas las fuerzas: Policía Federal, Policía provincial y Fuerza Antinarcóticos, lo cual fue de alguna manera una sorpresa habida cuenta que las últimas dos unidades no tienen buena relación.
También se suma el presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Martín Menem, que llega con el objetivo de darle solidez a la estructura de La Libertad Avanza y de meterse de lleno en la rosca política para seguir captando voluntades para la aprobación de la ley de bases en Diputados. Según cálculos oficialistas, este proyecto se trataría en el recinto de la Cámara Baja luego de Semana Santa.
Organizar el partido oficialista va a ser una tarea dura, casi una misión imposible y Milei lo sabe. Por ahora, trata de hacer crecer al diputado Gabriel Bornoroni, pero por las dudas ya diseñó otras estrategias para captar eventuales aliados. Uno de ellos es el senador Luis Juez, quien busca ser otra vez candidato en 2027, pero no le disgustaría aspirar a Diputados en 2025. Si eso se da, se retiraría del Senado dos años antes del vencimiento de su mandato, y dejaría su lugar a Ernesto Martínez.
Juez se ha mostrado casi como un vocero legislativo de Milei, pero el presidente busca en otras tribus. ¿El diputado Rodrigo de Loredo puede ser aliado también o encabezará la lista del radicalismo?
¿Y Juan Schiaretti? ¿Irá como candidato de la alianza que lidera el PJ o hará una alianza con los libertarios?
Otro capítulo provincial está reservado para el macrismo, que hoy sigue siendo muy minoritario y navega por aguas que no son todo lo calmas que sus mentores quisieran.
Córdoba atraviesa una etapa política con más preguntas que certezas, aunque una amplia mayoría de cordobeses levantan el pulgar cuando se le pregunta sobre la gestión presidencial. Para otra columna queda la definición del Pacto de Mayo. ¿Se hará? Bien, sobran las preguntas, por ahora.