La coyuntura económica en el país es cada vez más compleja. Aceleración del precio de los distintos tipos de cambio, cifras inflacionarias en los valores más altos de los últimos 30 años y un Gobierno que demuestra poca capacidad de reacción generan un combo preocupante.
El sector de la salud no es ajeno a todo este panorama, sino que por el contrario cada vez siente con mayor fuerza los embates que genera un escenario con tantas complicaciones.
Marcos Lozada, Presidente de CAESCOR (Cámara de Empresas de Salud de Córdoba) y Director General del Sanatorio Allende no ocultó su preocupación por la realidad del sector. “Este es un rubro al que la inflación la golpea mucho. El 95% de las prestaciones están cubiertas por algún seguro de salud y ese seguro en definitiva son papeles que luego nos pagan en un plazo determinado que suele ser no menor de 60 días. Esa demora, con una inflación tan acelerada, golpea mucho a los prestadores”, señaló.
“Nuestro principal enemigo es la inflación y eso hace que el sector no esté bien. Los sueldos, una de las principales erogaciones que tenemos las clínicas, se pagan a fin de mes, El día cinco debemos pagarle a los empleados y ese día no cobraste ninguna factura de todo lo que hiciste en el mes pasado. Si te va muy bien cobras en 45 días, pero el plazo puede llegar hasta 120 días. En ese marco las negociaciones de precio son
permanentes”, agregó.
– ¿Qué panorama ve para el corto plazo?
-La actividad corre riesgo de convertirse en inviable. En este contexto suele generarse el cobro de un plus para hacer frente al aumento de los costos. A esto lo vivimos en los ‘80. El plazo que tiene el sistema de seguros, con una inflación tan alta, genera una verdadera complicación para mantener el sistema. La coyuntura es muy mala. Ya hubo cortes en la Panamericana, por personal de salud que no cobró aumentos de paritarias. Se firmó en
mayo y ya en junio no se pagó. El Gobierno no cumplió con lo prometido, realmente es muy complicada la situación.
-Las clínicas parecen tener una fuerte demanda tras la pandemia. ¿Cómo impacta ese factor en la economía de las empresas de salud?
-Contrariamente a lo que se pueda pensar, es algo que complejiza aún más la situación. Este aumento era algo esperado, pero está superando las cifras que proyectábamos hace un tiempo. Tras la pandemia la gente subió la valoración del sector salud. Estamos viendo un pico de demanda muy grande. Muchas especialidades que no se atendieron durante los últimos dos años se están tratando ahora. Eso generó una acumulación de prestaciones no realizadas, por lo que el sistema está con una carga de trabajo muy importante. Las complicaciones que se generan por la demora que hay entre los pagos, y el cobro de esas prestaciones, se potencian debido a la gran demanda.
-En Córdoba había varios proyectos para nuevos centros de salud. ¿Cómo impacta la situación actual a esos emprendimientos?
-En este momento nadie está invirtiendo, ni poniendo un sólo peso en ladrillos.
-¿Qué precisa el sector para hacer frente a esta coyuntura tan compleja y poder pensar en el mediano y largo plazo?
-En el mediano y largo plazo, hay una demanda muy importante porque la población envejece, la medicina avanza y cada vez se trata mejor las distintas patologías. Hemos pasado a una medicina que tiene mucho screening, mucha detección temprana y una persona que trata bien a sus enfermedades, va a tener una vejez mucho mejor. Lo que se necesita principalmente es controlar la inflación. Tenemos tratamientos de altos costos, el sistema de obra social tal vez no estaba pensando para una medicina que avanza. No hay ninguna solución de fondo, en eso la Argentina tiene un atraso importante. Por tal motivo pensando en un mediano plazo hay que
reformar el sistema de salud. Hace falta políticas unificadas para el sector. Ya no todas las personas tienen el mismo acceso a la salud. Hay muchas localidades en el interior que se han quedado sin prestadores. Por malas políticas se han quedado sin tener quien los atienda, o deben viajar varias horas para poder hacerlo. Si no tenés
prestador, no importa la plata que tengas, vas a tener mala medicina.