Después del cimbronazo de agosto, el Índice de Condiciones Financieras siguió cayendo, aunque marginalmente pasando de -155.1 a -155.6 en septiembre. La mejora de 5 puntos en las condiciones externas no alcanzó a compensar del todo el empeoramiento de las locales, sobre todo la tasa de interés y el riesgo país.
El subíndice de condiciones locales se ubicó en -183.1 puntos, perdiendo otros 6 puntos en septiembre después del desplome de 42 puntos en agosto. Así, el subíndice alcanzó un nuevo mínimo histórico. El ICF local está negativo desde agosto de 2019 de manera ininterrumpida, y el resultado de las primarias de este año le asestó un golpe comparable, aunque menor, a las de aquel año que también trajeron resultados sorpresivos. Siete de diez componentes del subíndice cayeron en septiembre y 8 de 10 están en terreno negativo.
La inflación en dos dígitos mensuales es la variable más comprometida, seguida por la devaluación esperada y la tasa de interés nominal, que absorbió en pleno la suba de 21 puntos después de las primarias.
La brecha cambiaria y el riesgo país también siguen en zona de estrés severo. A pesar de que el Merval en dólares cayó 18% en septiembre, sigue encima del promedio 2005-2023 y por eso es una de las variables en zona positiva, aunque empeoró respecto a agosto. La otra es la confianza en los bancos o liquidez de largo plazo, que como siempre decimos, es un indicador mixto porque refleja una pobre demanda de crédito o un efecto de crowding out si los bancos le prestan al Banco Central en lugar de a firmas y hogares.
El subíndice de condiciones externas mejoró de 22.2 a 27.6 puntos. El indicador está ya cómodamente en zona de confort. De los 10 componentes del índice, 4 mejoraron y el resto se mantuvieron estables o cayeron marginalmente.
Los commodities medidos por su volatilidad fueron el mejor componente, mientras que el desempeño de las acciones financieras sigue por debajo del promedio y restó un punto al subíndice externo. El sacudón global a los bonos después de que la Fed reafirmó que las tasas seguirán más altas por más tiempo en su reunión del 20 de septiembre se verá reflejado en el número de octubre.
Solo dos variables del subíndice local quedaron en terreno positivo, es decir que ahora están mejor que su promedio histórico que se asume cero. A pesar de que cayeron 18% en septiembre –medidas en dólares– las acciones locales siguen encima del promedio de los últimos 18 años. La otra variable positiva es la liquidez de largo plazo, puesto que el sistema bancario tiene muy poco crédito al sector privado.
Del lado negativo, las variables más comprometidas fueron la inflación –esperamos que septiembre cierre con una variación mensual cercana a la de agosto– la expectativa de devaluación y la tasa de interés nominal, donde pegó de lleno el impacto de la suba de tasas después de las primarias de agosto. Al final del día, si se contuviera la inflación muchos de estos problemas se resolverían solos.
Para el subíndice global, el único componente en zona de stress es el ratio entre el índice financiero y el S&P 500, lo que implica que los bancos no se recuperaron plenamente del sacudón de principios de año cuando cayeron 4 bancos en Estados Unidos. Aun así, esta variable está en -1, es decir que apenas por debajo del promedio histórico, y mejoró en el margen respecto a agosto. La menor volatilidad en los commodities, más allá de la suba reciente del petróleo, y de las monedas emergentes jugaron a favor en septiembre. La liquidez global está en buena forma pese a la persistente suba de tasas de la Reserva Federal.
El índice de condiciones financieras está en zona de stress (negativo) desde agosto de 2019, mes en el que las condiciones locales perdieron más de 83 puntos de golpe por el sorpresivo resultado de las elecciones primarias en Argentina. Después de las primarias de este año cayeron otros 42 puntos encontrando un nuevo mínimo histórico. Estos valores se ajustan todos los meses dado que metodológicamente el ICF y sus componentes suman cero en sentido histórico, de manera que los valores expresan condiciones relativas.