Para algunos medios, la Unión Europea tiene fijación con las empresas tecnológicas americanas y Silicon Valley está en su punto de mira. Las multas en materia de competencia, la regulación en materia de impuestos o la entrada en vigor del nuevo reglamento de protección de datos son algunos de los puntos de controversia de esta relación.
La comisionada de la competencia de la Unión Europea, Margrethe Vestager, lanzó un duro ataque a las grandes empresas tecnológicas estadounidenses por socavar la democracia y de moverse por la codicia. La ofensiva de la UE contra las empresas tecnológicas ha generado fuertes críticas de parlamentarios estadounidenses y de los mismos afectados.
El portavoz de la Comisión Europea, Christian Wigand, niega la persecución y defiende que las leyes europeas, como la GDPR (General Data Protection Regulation – la ley europea de protección de datos que entra en vigor en mayo de 2018), que se aplican a cualquier operador establecido en la UE “independientemente de la “nacionalidad” de la empresa”. E insiste, “las reglas tendrán que ser cumplidas y aplicadas por todos los operadores”.
Oficialmente las compañías tecnológicas muestran su respeto a las decisiones europeas. Por ejemplo, desde Google España aseguran que “son los políticos quienes tienen en su poder la capacidad de modificar las leyes y adaptarlas a las necesidades que consideren convenientes y Google siempre acatará la ley, igual que lo hace ahora”.
Pero otros organismos y asociaciones advierten de las consecuencias que estas regulaciones podrían conllevar, tanto para las empresas como para Europa.
Para Christian Wigand, portavoz de la Comisión Europea, la GDPR no es un freno para la innovación, si que todo lo contrario.
Medios tan prestigiosos como Fortune aseguran que existe el aprensión de que la multa que impuso la CE (Comisión Europea) a Google sea la punta de lanza de otros juicios y castigos a las firmas tecnológicas estadounidenses. Es más, el miedo es que puedan entrometerse en su toma de decisiones en nombre de la equidad, la privacidad, o seguridad. Algo que podría perjudicar sus ingresos.
La investigación del año pasado a Apple en materia de impuestos por su filial en Irlanda o a Amazon, o las recientes decisiones de las autoridades francesas de detener a los administradores de Uber son otros ejemplos de este enfrentamiento entre las dos partes.
Tampoco se pasa por alto la multa que se impuso a Facebook después de que comprara Whatsapp y la prohibición de que se compartan datos en el Viejo Continente también son otros ejemplos.