En la jerga, un futbolista que se va libre quiere decir que no es ni comprado ni vendido por ningún club, y la institución con la que tenía contrato no renueva con él. Queda, así, libre. Algunos logran incorporarse con cierta celeridad en otro plantel, y a otros quizá les lleva meses hasta que encuentran el lugar adecuado.
Cada vez que un jugador se va libre, por lo general no genera tanto ruido en el mercado, el entorno o la prensa. Son profesionales que no rindieron como se esperaba, o que el entrenador ya no tendrá en cuenta. Profesionales que, por lo general, no se destacan por sobre el resto, y pertenecen más a la media (incluso menos).
Aunque no son muchos, existen los casos de aquellos futbolistas que son importantes para el club, que han demostrado un nivel superior a la gran mayoría, pero que terminan yéndose libres. Son situaciones que se escapan a la norma, porque se supone que una institución no perdería la oportunidad, en todo caso, de venderlo y recibir una retribución económica, o bien apostar a retenerlo y ofrecerle mejores condiciones que las actuales.
Nicolás Valentini, a un paso de irse libre
El caso de Nicolás Valentini encendió las alarmas dentro de este universo y mantiene en vela al mundo Xeneize. Las noticias de Boca de los últimos días circularon en torno a la renovación del defensor de 23 años, que no aceptó la propuesta que le hizo la dirigencia encabezada por Juan Román Riquelme.
Valentini, que ya fue convocado a la Selección Argentina Sub23 y es titular en el elenco de Javier Mascherano, que además se ha afianzado en el equipo que dirige Diego Martínez, exigió condiciones a Boca. Su contrato vence este año, y desde la institución quieren extender el vínculo hasta 2028, cuatro años más.
El zaguero, a través de su grupo representante, solicitó mejoras en las condiciones salariales, dado que lo que percibía estaba ciertamente atrasado. La dirigencia de Boca lo sabía, y aceptó. No solo eso, sino que elevó las características del nuevo contrato de Valentini a la altura de Cristian Medina, el juvenil mejor pago del plantel.
La dirigencia, que consideraba una buena propuesta, quedó sorprendida cuando el futbolista rechazó la oferta. Una de las hipótesis que circula es la especulación de grupo representante de poder insertar a Valentini en Europa. La ecuación es simple: dejar caer el contrato, no renovar e irse libre. Del otro lado del mapa, grandes del continente como Lazio o Inter se relamen con la posibilidad.
Nahuel Molina, un proyecto que no vieron
Lo cierto es que la actual gestión del Xeneize ya ha tenido otros inconvenientes anteriores con otros jugadores. El caso más resonante es, probablemente, el de Nahuel Molina. Campeón del Mundo en Qatar 2022, Molina fue un proyecto perdido que tenía mucho futuro.
Ni la dirigencia anterior ni la actual lo percibieron, no llegaron a buen puerto con las negociaciones y el lateral se marchó. Primero a Udinese, donde la rompió, y luego al Atlético de Madrid.
Agustín Almendra, muchos líos y un final en Avellaneda
Sin lugar a dudas, el gran conflicto de los últimos tiempos fue con Agustín Almendra. Idas y vueltas, el volante que no iba a entrenar, su pelea con Battaglia, las declaraciones de Benedetto. Terminó quedándose con el pase en su poder y se marchó a Racing. Una lástima para el club, porque era un buen proyecto.
Carlos Tévez, un ídolo que se fue por la puerta de atrás
Según Tévez, con el fallecimiento de su padre se le fueron las ganas de jugar al fútbol. Quiso colgar los botines. Más allá del deseo, que podía ser totalmente genuino, lo cierto es que el ídolo de Boca recibió destratos de parte de la dirigencia conducida por Riquelme. Su partida fue sin pena ni gloria: no se marchó a ningún otro club y no le puso fecha a su retiro, pero dejó de jugar.
En River todavía extrañan a Enzo Pérez
Así como ocurre con Boca, en River tampoco están exentos de partidas complejas e ideas de renovaciones que no llegaron a un acuerdo. A principios de este año, en Núñez las únicas noticias de River de las que se hablaba era la llegada de Enzo Pérez a Estudiantes. El ídolo del Millonario se fue libre del club ya que no renovó su contrato, tras el desgaste en la relación con el DT, Martín Demichelis. Pérez firmó contrato con el Pincha y se incorporó al plantel de Eduardo Domínguez. Allí, el mediocampista tuvo una etapa dorada, título incluido. Su retorno es un gran acierto y se celebra en La Plata.
Lucas Pratto, un caso extraño
Lucas Pratto es uno de los nombres que quedaron grabados en la historia de River. Hizo uno de los goles en la histórica final de la Copa Libertadores frente a Boca, además de haber ganado varios títulos en la Era Gallardo. Y, curiosamente, fue la compra más cara en la vida de la institución: 11 millones de dólares por el 100% del pase.
Sin embargo, tras estancarse futbolísticamente y que el propio Gallardo no lo tuviera en cuenta, la cosa entre Pratto y la dirigencia comenzó a desgastarse. Además, el club le adeudaba una abultada cifra al delantero, que encontró la mejor salida en una rescisión de su contrato. Llegó caro, se fue gratis.
Iván Rossi, una promesa costosa
Fue una promesa porque River le pagó 3 millones de dólares a Banfield para incorporarlo. Lesiones y bajos rendimientos le marcaron la salida a Iván Rossi. Rescindió contrato y se fue libre a jugar a divisiones menores de Italia.
Leonel Vangioni, una partida sorpresiva al Milan
Después de volverse una pieza clave para el River de Gallardo, Vangioni vio la oportunidad de marcharse al poderoso Milan, de Italia, donde no tuvo mucho rodaje. Habían pagado unos 2 millones de dólares por él, pero cuando vencía su contrato decidió no renovarlo y marcharse a Italia.