Ya dejaron de ser una «cosa rara» y se convirtieron en parte del paisaje habitual de los argentinos. Se los puede ver en ferias, supermercados chinos, locales de ropa y gran cantidad de negocios. A casi un año de su implementación en el país como medio de pago, los códigos QR siguen creciendo y cada día gozan de mayor aceptación.
La comodidad de realizar la transacción desde el teléfono celular y a un costo más bajo para el comercio son dos de los motores que le dan impulso a esta operatoria, que promete consolidarse aún más este año.
«Se viene una revolución en las formas de pago», asegura el CEO de Mercado Libre, Marcos Galperín, en relación con esta modalidad, que permite que el comerciante cobre y reciba su dinero en el momento, y al comprador abonar usando dinero de su cuenta de Mercado Pago, tarjeta de débito o de crédito, con sólo 3 movimientos del dedo en su celular.
Además, hay dos patas que juegan un rol fundamental para potenciar el uso del QR, siglas que provienen del inglés Quick Response o «Respuesta Rápida»:
– Desde la óptica meramente comercial, cada vez se ofrecen más beneficios para tentar a los usuarios a optar por esta modalidad
– El Estado, a través de la AFIP, obliga a los comercios a aceptar tarjeta de débito y, en este caso, el código QR es una de las opciones más económicas para estar en regla
Por lo pronto, aquel que quiera comprar un producto o un servicio con esta solución -ya sea en puntos de venta o en tiendas virtuales- debe instalar una billetera digital en su celular.
En el país ya hay seis que facilitan esta implementación:
– Mercado Pago, de Mercado Libre
– VALEpei, de Red Link
– Todo Pago, de Prisma Medios de Pago
– PIM, del Banco Nación
– Ualá
– Yacaré
Sólo Mercado Pago ya procesó 3 millones de operaciones con QR en 2018 y posee más de 260.000 negocios adheridos, por lo que este año tiene todo a su favor para consolidar esta tendencia. Y uno de los pilares en los que apuntalará este crecimiento es, justamente, el menú de beneficios que brindan las billeteras a los comercios.
Cuánto cuesta cobrar con QR
Los comercios ven en el QR un sistema más redituable respecto a la clásica tarjeta. En concreto, se trata de un mecanismo de captura para canalizar una operación, con lo cual el costo final que afrontarán dependerá del medio transaccional utilizado por el usuario.
«No es un instrumento de pago en sí mismo, sino un mecanismo de conexión que permite unir al consumidor con el comercio y prescindir de una tarjeta», grafican en el mercado.
De todos modos, lo que resulta económico para el que recibe el dinero de la operación es que para adherirse no tiene que afrontar costo alguno. Tampoco, instalar ninguna terminal lectora de tarjetas.
«Hemos lanzado una solución de cobro con QR autogestionable por cualquier establecimiento, para que pueda descargar su propio código desde la app sin incurrir en desarrollos tecnológicos», afirma Fernández, de Prisma.
Además, asegura que eso les ofrece a los comercios disponer de la misma tecnología que hoy utilizan las grandes empresas.
A la hora de calcular la variable económica, hay que analizar los costos asociados a cada transacción realizada bajo esta modalidad.
Por ejemplo, si una persona cuenta con una billetera digital para pagar un producto en un comercio que opera con código QR:
- El mecanismo utilizado es el PEI (Pago Electrónico Inmediato)
2.- El precio resulta ser más reducido para el que cobra
- La acreditación es en el acto
4.- El pago se hace mediante transferencia inmediata
5.- No se aplican retenciones impositivas
6.- La comisión puede rondar el 0,7% del monto de la operación
Existen otros esquemas en los cuales, si bien se cobra mediante QR, lo que hay detrás es un pago con tarjeta:
– Con débito: no hay costo y la acreditación es también instantánea
– Con crédito: la operación tiene un costo y se cobra un adicional para disponer de los fondos en el acto
«Los comercios no tienen que abonar comisión si el cliente paga con tarjeta de débito o dinero en cuenta de Mercado Pago. Más aún: reciben el dinero de manera inmediata», detallan desde la compañía.
Sin embargo, en el caso de la tarjeta de crédito la billetera del gigante del e-commerce cobra hasta el 6% con acreditación inmediata y recién tiene costo 0% si el establecimiento no solicita los fondos hasta 90 días después.
En Prisma, en tanto, la comisión es de 3,99%, aunque depende del esquema de ventas y de la cantidad de cuotas. En ambos casos, hay que agregarle los impuestos asociados a la compra, como Ingresos Brutos, IVA, Ganancias, etc.
«Hay un trabajo de adquirencia, que es por lo que se cobra: permitirle al comercio acceder a una masa determinada de tarjetahabientes, proveer un servicio de control del fraude y brindar respaldo ante un hecho irregular, entre otras cuestiones», explican desde el Banco Central.
Además, los bancos recaudan una tasa de intercambio entre la entidad que emite el pago y la que recibe el dinero, que también está incluida en los cargos al comercio por el uso de plásticos para cobrar sus ventas.
El costo por utilizar una terminal POS para aceptar tarjetas arranca en los 400 pesos. La comisión por venta es 3,99% para plásticos de débito y de 3,49% para los de crédito en una cuota.
Con respecto a la acreditación de los fondos, los comerciantes reciben el dinero a los cinco días hábiles para las operaciones con débito, en tanto que para las ventas con crédito el plazo es del doble.