La ausencia del gobernador Juan Schiaretti por cuestiones de salud que le permitirán
reinsertarse en la agenda pública en el comienzo de la semana próxima, no desató las
internas públicas que varios observan en las filas del cordobesismo. Es cierto que están
aquellos que comparten objetivos, que hubo una carrera silenciosa por el posicionamiento
de cada uno de los que se encuentra en la lista de los herederos, pero también es real que el espacio los contuvo.
El calor del schiarettismo, el respaldo de las encuestas, el marcado optimismo por la
nacionalización de la gestión que empezaron a hablar otros y la mirada omnipresente no
sólo del gobernador, sino también de dos de sus espadas principales de la mesa chica, como la diputada Alejandra Vigo y el ministro Carlos Massei, sirvieron para aplacar.
Sin embargo, en las dos fuerzas opositoras al Gobierno provincial, no hubo un
aprovechamiento de la ausencia del líder. Muy por el contrario. Tanto en Cambiemos como
en el Frente de Todos se observaron algunas disputas.
En la coalición que integran radicales, macristas, lilitos y juecistas, la puja estuvo bien
marcada. El paso del expresidente Mauricio Macri para levantar la mano del exministro
Gustavo Santos y terminar de bendecirlo, provocó una serie de enojos hacia adentro de la
que todavía hay esquirlas.
Los socios expusieron sus diferencias: algunos se la llevaron a la sobremesa al propio
Macri, como hizo el presidente de la UCR cordobesa, Marcos Carasso; y otros, dejaron que
baje un poco la espuma. Y cuando bajó la marea, metieron el impacto que faltaba, como
para que no pase desapercibido el enojo.
Del otro lado, en la vereda del oficialismo nacional, hubo llamados, reuniones y Zoom que
también sirvieron para ver de qué manera arranca el punteo en una lista que apostará todo a la polarización con Cambiemos. Y también, a pegar al schiarettismo con la figura del
expresidente.
Pero, vamos por partes. Las diferencias que empezaron a observarse hace algunas semanas
para muchos radican en lo generacional. La Cámpora está dispuesta a pelear los casilleros
que faltan llenar detrás del objetivo de renovación de mandato del senador Carlos Caserio.
La idea que sobrevuela entre las espadas de CFK en Córdoba es negociar y discutir de
Caserio hacia abajo. Acompañan y respaldan la relación del hombre de Punilla con el
Presidente Alberto Fernández, pero quieren poner la persona que lo acompañe en ese tramo y los primeros en la lista a Diputados.
La diputada Gabriela Estévez pretende ese segundo escalón al Senado, quiere a Martín
Fresneda encabezando el otro tramo y buscan bloquear a Olga Riutort de ese segundo
escalón.
Sin embargo, parece que la tarea no será fácil. La concejala estuvo en el Zoom liderado por
Caserio el lunes y allí hubo varios dirigentes del PJ y sindicalistas. Entre los gremialistas,
se destacaron Juan Monserrat (Uepc) e Ilda Bustos, la líder de los Gráficos que hasta hace
unos años fue legisladora provincial por el PJ provincial.
Caserio es el hombre de línea directa al despacho principal de Casa Rosada y sabe que la
campaña tendrá como epicentro la capital cordobesa, donde Riutort ya empezó a mostrar
músculos. Por ahora, con algunos mensajes en Twitter…