A horas de los cierres de campaña, en todos los armados de cara a las elecciones del próximo domingo admiten la implicancia de lo que suceda en las Paso de cara al futuro. Los oficialismos -provincial y nacional-, para ver de qué manera incidirá en los próximos dos años de gestión y cómo se reconfigurará el peronismo.
Y en la oposición, porque el resultado del domingo en Córdoba alberga una expectativa inusitada, con una elección que tendrá impacto nacional y donde las heridas no dan garantías de una rápida cicatrización. Más bien, todo lo contrario.
El armado de Mario Negri y Gustavo Santos se juega el futuro y arriesga más que sus rivales directos Luis Juez y Rodrigo de Loredo. En una Primaria de Juntos por el Cambio que tiene cuatro ofertas electorales, aunque la disputa esté centrada en el enfrentamiento de los dos compañeros del interbloque opositor en Diputados que buscan el salto al Senado.
Quién pierde
Si el domingo hay derrota del eje Negri-Santos, el perdedor, a los ojos de los medios nacionales, será el expresidente Mauricio Macri, quien jugó un pleno a la lista del caudillo radical, pero por la preferencia que de antemano había manifestado por el exministro de Turismo de la Nación.
De los dos, el preferido de Macri siempre fue Santos. Por quien se jugó en abril candidateándolo a senador -y a gobernador- en una sola jugada pero que, con el correr de las negociaciones, debió conformarse con ubicarlo en el primer escalón del tramo a la Cámara baja. Y secundando a un Negri con quien en abril había tenido un cruce, precisamente por la preferencia del expresidente al exfuncionario provincial.
Si la derrota tiene podio, el segundo escalón será para Negri. El radical quedará debilitado para seguir siendo el líder del interbloque opositor si no pasa el corte del domingo y en diciembre deberá pelear el protagonismo con más de un ingreso top. Como, por ejemplo, el de la exgobernadora de Buenos Aires, María Eugenia Vidal.
Santos, por su parte, quedará esmerilado hacia adentro como bendecido y deberá reconstruir la relación con el resto del PRO cordobés, que está más allá de los límites de la diputada Soher El Sukaría.
Ahora bien, si el resultado es al revés, y quien pierde es Juez, la parlamentaria y referente de Macri en Córdoba pondrá en fila a los amarillos que quedaron detrás de De Loredo: Laura Rodríguez Machado, Héctor Baldassi y Oscar Agost Carreño.
En ese armado, el exintendente tendrá una derrota similar a la de 2011, por la gobernación; y la de 2015, cuando desafió la orden de no romper la unidad y quiso ir por la intendencia, con un resultado que le costó caro en aquel momento.
El radicalismo también tendrá heridos además de Negri. La pésima relación de Mestre (tercer precandidato a diputado de Santos) con De Loredo aleja toda chance de trabajo conjunto a partir del lunes 13.
El exintendente no luce cómodo en la lista bendecida por Macri, con quien también tiene diferencias, mientras que De Loredo se las deberá ingeniar para superar una derrota. Hábil en esta cuestión, el concejal podrá elegir si asume o no en el Congreso, pero no es lo mismo llegar con la tercera derrota del año que hacerlo habiendo ‘jubilado’ a Negri y Mestre. Como les gusta confiar a sus íntimos.
Peronismo para armar
Un triunfo de “Ellas” tendrá incidencia en la sucesión provincial. Eso es innegable. El dueño de los votos, la estrategia y el resultado será el gobernador Juan Schiaretti, quien podrá exhibir con retroactivo los argumentos de la prescindencia 2019.
En contrapartida, la filial local del Frente de Todos deberá soportar la incomodidad de la referencia nacional en un distrito antikirchnerista. Los candidatos deberán reconstruir sus vínculos, tanto entre sí como sus relaciones con las figuras nacionales. De lo contrario, será difícil retener la banca en el Senado y muscular en Diputados.