El fuerte salto del tipo de cambio que tuvo lugar entre fines abril y septiembre de 2018 que explica la variación de 92% en la relación de canje de pesos por dólar desde enero de 2018, equivalente a una devaluación de la moneda nacional del 48%, no impidió que la demanda de divisas para gastos de viajes y esparcimiento fuera del país se mantuviera casi 4 veces por arriba de lo ingresada al país por parte de turistas procedentes del resto del mundo.
Según el Balance Cambiario mensual del Banco Central de la República Argentina en el primer mes de 2019 se anotaron ingresos por esos conceptos por apenas USD 236 millones, apenas 3,3% más que un año antes. Mientras que las salidas se contrajeron 43,4%, unos 5 puntos porcentuales menos que la devaluación del peso, a USD 887 millones.
Por el contrario se mantuvo muy elevada la salida de capitales por parte del conjunto del sector privado no financiero, como se denomina a las empresas y personas físicas, a un ritmo de unos USD 70.000 millones al año, un 15% superior al que proyectaba el traslado en plena corrida cambiaria de mayo de 2018, cuando alcanzó una velocidad equivalente a casi USD 90.000 millones al año.
Pese a que la profunda recesión del segundo semestre de 2018 habría restado capacidad de ahorro aun de los sectores de altos ingresos, y las altas tasas de interés domésticas alentaron las inversiones en pesos a plazo fijo.
Aunque, a diferencia de lo sucedido con el turismo internacional, el reingreso de capitales de residentes alcanzó al récord en 25 meses con USD 4.027 millones, a un ritmo anual cercano a USD 50.000 millones.
En términos netos, el saldo conjunto del turismo internacional y de la formación de activos externos acusó en enero una contracción de casi USD 2.100 millones en comparación con el abultado déficit de igual mes de 2018, equivalente a más de USD 25.000 millones al año y un 5% del PBI.