En cuestión de semanas, las oficinas de todo el mundo han pasado de tener reuniones en salas de juntas, cafeterías y escritorios a tenerlas en mesas de cocina, dormitorios y hamacas. Esto le permitió a Eric Yuan director ejecutivo de Zoom, a ganar millones de dólares.
En los últimos tres meses, el creador de la aplicación más popular para realizar videoconferencias ganó cerca de 4.000 millones de dólares. Según el índice de multimillonarios de Bloomberg, su fortuna se ha disparado hasta los 7 570 millones de dólares, a fecha de 2 de abril.
Yuan ideó Zoom mientras mantenía una relación a distancia con su novia y ahora esposa, quien lo vio viajar 10 horas una y otra vez para ir a verla cuando los dos estudiaban, informó Fortune.
Él quería encontrar un modo de recrear la sensación de estar con ella, sin tener que sufrir los viajes de 10 horas en trenes abarrotados de gente.
«Sólo podía verla dos veces al año y me llevaba 10 horas llegar en tren. Entonces era joven ‒ tenía 18 o 19 años‒ y pensaba que sería fantástico si en el futuro hubiera un dispositivo con el que pudiera pulsar un botón, verla y hablar», le dijo a Forbes en 2017.
Yuan comenzó a trabajar en WebEx en 1997 y permaneció en la empresa tras la adquisición por parte de Cisco en 2007, pero se fue en 2011 y fundó Zoom poco después.
Cuando fundó Zoom, le prometió a su mujer que sería tan bueno que ya no se vería obligado a hacer más de dos viajes de negocios al año, una promesa que ha cumplido.
«Después de que estuviera listo el producto, le dije a mi mujer que iba a tener que trabajar aún más, pero le prometí que, como máximo, viajaría dos veces al año, porque la tecnología es mejor», dijo. «Si te fijas en los últimos tres años, he cumplido mi promesa. Espero que con herramientas de videoconferencias como Zoom todo el mundo pueda pasar tiempo con su familia».
Sin embargo, Zoom ha tenido que lidiar recientemente con problemas de privacidad que saltaron a la luz por la gran cantidad de personas que están usando el servicio.
Tal y como informó The Intercept, las llamadas con Zoom no se pueden asegurar con cifrado de extremo a extremo, uno de los diversos defectos expuestos recientemente.