(Especial, María Ester Romero para Perfil Córdoba). Por primera vez desde que comenzó el juicio en el Tribunal Oral Federal 2 (TOF2), en noviembre del año pasado, declaró el único acusado arrepentido en la causa que intenta develar las presuntas maniobras delictivas cometidas en la financiera CBI Cordubensis S.A.
Miguel Ricardo Vera, vinculado por las operaciones de monetización de cheques en el Banco Nación a partir de dos empresas fantasmas, Jotemi S.A y Halabo S.A, no ingresó sobre el tema. Pero sí pidió declarar para responder los testimonios brindados en una audiencia anterior por Cecilia y Facundo Suau, hermanos del fallecido exvicepresidente de CBI.
Negó haber amedrentado a la familia de Suau y pidió “corregir inexactitudes” de hechos relatados. Dijo que Facundo había señalado que trasladaba bolsos con efectivo hacia y desde el Banco Nación, cuando en realidad eso no era así. “Facundo traía el efectivo desde el banco y lo hacía porque Jorge me dijo que tenía que ir él por la confianza que le tenía”, sostuvo.
Vera también explicó motivos de una comunicación telefónica con él días antes de la muerte de Suau y una reunión en la noche posterior a su deceso. “Entre martes y miércoles previo al fallecimiento –contó en el juicio- hablé a Facundo porque Suau no me respondía al teléfono y tenía pendiente un viaje conmigo a Buenos Aires, por un proyecto muy importante que me había encargado”. “El hermano me respondió –continuó– que estaban atravesando momentos difíciles y cuando ello sucedía se apartaba por 24 horas y por eso no atendía el teléfono”.
El acusado prometió dar detalles de aquella reunión frustrada en Buenos Aires. Ante la ‘desaparición’ de Suau, Vera dijo que lo habló el comisario de la Policía de Córdoba, Gambarte, conocido suyo, para contarle que se había prendido fuego la camioneta de Suau.
“Estaba en mi casa, lloré mucho porque Jorge era una buena persona; en ningún momento manifesté que Jorge se había quemado”, dijo. Y la segunda comunicación y posterior encuentro personal con Facundo Suau, sucedió en un bar de Nueva Córdoba donde “le di mis condolencias” por la muerte de su hermano, dijo.
Gestiones. También contó que mientras estaban en ese local él habló por teléfono a Euclides Bugliotti, con quien dijo compartir la “militancia peronista” para pedirle una gestión “por los contactos políticos que tenía”, que permitiera agilizar la entrega del cuerpo de Suau que continuaba en la morgue.
Recordó que el empresario le respondió que no sabía a quién se podría hablar y finalmente Facundo le contestó que no se preocupara porque “de eso se ocupaba Juan Chini”, expolicía responsable de seguridad en CBI y habitual custodio de Jorge Suau.