Paula Altavilla es la directora de Whirlpool para Latinoamérica, un gran player de los electrodomésticos que en nuestro país facturó cerca de $ 2.000 millones en 2018 y produce en el país el 80% de su portfolio, con cocinas y lavarropas como productos insignia. La ejecutiva participó en la Universidad Siglo 21 de la conferencia “Mujeres que lideran” y dialogó con Punto a Punto sobre el rol de la mujer en el contexto actual y la performance de la compañía en un mercado golpeado y volátil. “Todavía falta mucho en términos de equidad. En Argentina sólo hay un 6% de mujeres en puestos de CEO o de alta gerencia. Pero es un gran momento para ser mujer y estar en una posición de liderazgo”, afirma.
Y en esa línea argumenta que “tenemos que ir a estilos de liderazgos más participativos y democráticos. Hoy los riesgos estratégicos para las organizaciones son mayores que hace 40 años. Por eso el líder autoritario que todo lo sabe y toma las decisiones solo es un riesgo para las organizaciones. Necesitas visiones y una mirada holística de los negocios”.
Según destacó, pese a la contracción del mercado (en el cuarto trimestre cayó un 35% y un 20% en el primer trimestre de 2019) la firma apuesta a ganar algunos puntos de market share y reforzar el promedio de 10,2% que tiene para sus productos. “Esperamos un leve crecimiento para este año y hay expectativas desde este mes, con eventos como el Hot Sale”, señala.
-¿Cómo
trabajan el acceso al crédito y las cuotas para los productos que venden?
-Ese es el gran desafío. A partir de mediados del año
pasado el sistema de cuotas se resintió bastante, el crédito se restringió y
las opciones son costosas tanto para el fabricante o el retailer como para el
consumidor. Intentamos acompañar con aportes para cubrir el costo en productos
puntuales, pero no con programas de cuotas abarcativos como solíamos tener.