Por Gabriel Silva
Desde que el gobernador Juan Schiaretti empezó a coquetear con la nacionalización de la Gestión Córdoba los conflictos en la administración provincial se fueron sucediendo. En el último tiempo, el proyecto presidencial de Schiaretti se contrapuso con lo que ocurre puertas adentro, en la diaria de la gestión y con episodios de suma gravedad.
Porque, a los constantes problemas con la inseguridad que tienen en el foco de la tormenta al ministro Alfonso Mosquera, se suma la compleja situación que se vivió en el Neonatal entre marzo y junio de este año con la muerte de bebés que investiga la Justicia. Y de la cual, el pedido de los familiares de las víctimas es para que la
investigación apunte a las autoridades del Gobierno provincial.
Desde el ministro de Salud, Diego Cardozo, quien según el área de Legales de la cartera sabía desde “el minuto 1”, hasta parte de la cúpula del ministerio.
Esto choca contra los proyectos del gobernador que busca el momento y tantea el terreno para lanzarse a la aventura presidencial. En tándem y con una discusión de cartel que ya parece zanjada con el diputado radical Facundo Manes.
En otras palabras, por ahora el Instagram no se condice con la gestión. Y es por eso que en los despachos del Panal siguen viendo encuestas sobre cómo repercuten los últimos infortunios de la administración en la imagen de Schiaretti.
Cardozo vuelve al lote de los apuntados
La oposición hace un tiempo apuntó contra el ministro Mosquera por lo actuado durante el 2020. Las muertes a manos de efectivos de la Policía de José Ávila, Blas Correas y Joaquín Paredes; los reiterados hechos de inseguridad y el complejo entramado que se vive con la interna en la Jefatura de avenida Colón, son algunos de los ítems con los que el arco opositor viene tallando sobre el titular de la cartera.
Con el resto del gabinete, las críticas se posaron en algún momento en el ministro de Educación, Walter Grahovac; y también con el de Gobierno, Facundo Torres. Aunque, a decir verdad, los cuestionamientos sobre Torres vinieron más por cuestiones políticas que no trajeron solución en los últimos años que por la gestión en sí.
Ahora, después de lo que fueron los cuestionamientos a Cardozo en su momento por la administración de las vacunas del coronavirus; y de la polémica por el rol de Ignacio Martín, el médico trucho del COE, las críticas se posaron nuevamente en el titular de la cartera de Salud.
Por ello, el pedido del martes en horas de la mañana fue la renuncia de Cardozo.
Una oposición que imposta unidad
Después de días de que trascendiera lo ocurrido en el Neonatal -y copara la agenda mediática desde el jueves pasado- hasta el pedido de constituirse en querellante por parte del Gobierno provincial en la causa que
encabeza el fiscal Raúl Garzón, la oposición decidió convocar a una conferencia de prensa ayer.
Para muchos a las apuradas, y con ausencias notorias como la de los diputados del PRO, Gustavo Santos y Soher El Sukaría, el arco opositor no sumó ningún elemento clave. Más allá de exigir lo obvio: justicia y el apartamiento de Cardozo, la oposición se quedó en el reclamo por un paso al costado del titular de la cartera, al tiempo que
habló de “prudencia”.
Las preocupaciones del peronismo. Igual, más allá de las alteraciones que esto puede producir en el lanzamiento del gobernador Schiaretti en el plano nacional, puertas adentro el PJ también vive su propio dilema: cuánto se puede despegar el intendente Martín Llaryora de los reclamos que sufre la gestión schiarettista.
Se sabe que, con ambos, tanto con Cardozo como con Mosquera, el intendente no tiene ni tuvo feeling. Es más, en el entorno del titular del Palacio 6 de Julio siguen recordando una serie de discusiones en el COE con el ministro de Salud por el manejo de la pandemia; y con el titular de la cartera de Seguridad por las zonas liberadas con algunos conflictos gremiales en el 2020.
Sobre todo, los de UTA y Suoem. Pero, además, le piden otra política a la provincia en materia de seguridad porque saben que lidera los reclamos y esto puede tallar en el escenario 2023.
Así, la gestión se metió en la agenda y apuesta con posponer el asterisco que tenía marcado en las próximas semanas para la aventura nacional schiarettista.