“El objetivo es que los chicos terminen con la cabeza abierta para la programación, en una edad desde los 6 a los 18 años. No importa por qué se decidan finalmente, sino que incorporen el camino hacia dónde se va a mover el mundo. A eso apuntamos”.
La definición es de Damian Villaronga, socio fundador de Grupo Inteligencia Educativa, la empresa que desde hace 8 años intenta “sembrar” para que se pueda resolver uno de los cuellos de botellas más importantes que tienen cientos de actividades y carreras vinculadas a la Economía del Conocimiento: la falta de recursos humanos.
A través de Funiversity, una comunidad de aprendizaje online para niños y adolescentes, se proponen justamente eso: capacitar a los más chicos en herramientas clave para el mercado actual y futuro: programación, robótica, diseño.
La propuesta se ancla en brindar 5 trayectos de formación, con distintos niveles de complejidad, de forma didáctica, ágil y apelando a estimular el potencial de los chicos. Hoy tienen activos 5 trayectos:
Robótica y electrónica: Para chicos de 12 a 18 años. Incorporan conocimientos en programación y electrónica Arduino, recibí en cualquier punto del país un kit con todos los componentes para trabajar.
Ilustración Digital. De 10 años en adelante. Para chicos que aman dibujar. En este curso los alumnos aprenden a usar las nuevas herramientas digitales y mejoran sus técnicas con ilustradores profesionales.
Desarrollo de Videojuegos. A partir de los 11 años. A través de la pasión por los videojuegos, los alumnos aprenden a desarrollar sus propias creaciones, incorporándose a una de las industrias del futuro.
Programación para niños. Chicos de 6 a 12 años. Desde pequeños los niños pueden ir adquiriendo las habilidades de un programador. En este curso los chicos inician con sus primeros algoritmos y funciones.
Música Digital. A partir de los 14 años. Los alumnos aprenden a componer temas combinando las nuevas herramientas digitales y los fundamentos de la teoría musical.
“Empezamos con chicos desde los 6 años. Cada trayecto dura 5 meses. Intentamos pensar otra forma de dar educación. Por eso decimos que no damos cursos, damos trayectos, no damos clases, damos espacios de aprendizajes, no son profesores, son trainers. Se hace una bajada de 10 minutos y la clase se construye entre todos con proyectos, desafíos, juegos. Y los chicos van”, cuenta Villaronga.
La empresa está en este camino desde el 2014. Comenzaron un proceso de consolidación y en el camino avanzaron con la apertura de nuevas aulas y franquicias. Pero la pandemia obligó a repensar el modelo de negocios.
“Teníamos unos 1.200 alumnos entre las dos sucursales que teníamos trabajando. Viramos todo a lo virtual. Fue un cambio radical porque empezamos a poder vender el modelo de capacitación a toda la Argentina. Con este nuevo sistema duplicamos la cantidad de alumnos y de 24 colaboradores pasamos a 45. Cerramos algunas sucursales y nos enfocamos en el desarrollo de paquetes educativos de programación, robótica y diseño en plataformas online”.
“Los encuentros son en vivo, no hay nada grabado y están reducidos a grupos de 15 a 20 alumnos. Creemos que estamos plantando una semillita porque a partir de esta experiencia se mira la programación desde otro lado: un chico que diseñó su propio videojuego o su robot invita a explorar desde otro lado. Los chicos empiezan con un armado inicial del robot, entran con el entusiasmo del armado y desde ahí avanzan con el código para aprender a programar y que el robot pueda recibir las ordenes”, cuenta.
Así, plantea los chicos pueden aprender a programar video juegos, arte digital, música digital y robótica. “En todos terminan programando. Ya sea creando un personaje, un dibujo o video juego o un robot. La costa oeste de Estados Unidos tiene un déficit de puestos de trabajo de más de un millón de personas. Las tecnológicas no consiguen trabajadores. Y es un problema acá también para muchos campos del mercado laboral. Por eso nosotros estamos trabajando desde los chicos. Tenemos una propuesta para cada segmento”.
Expansión virtual
Con más de 2.000 alumnos entre todas las ofertas online en Funiversity ya empezaron a mirar los mercados externos:
“Estamos haciendo exploración y aprendizaje para mercados vecinos. Mi objetivo es llegar a 50 mil alumnos en toda la Latinoamérica, ese es mi foco, convertirnos en una plataforma de aprendizaje para Latam. Hoy el 2% no son del país, estamos en Paraguay y Uruguay, después sigue Bolivia, Perú y Chile. Finalmente Colombia y México”, detalla.
Al margen del plano exterior el Grupo Inteligencia Educativa avanza en otro carril: el de sellar alianzas con instituciones educativas para acercar sus propuestas de manera presencial. “Ya tenemos 5 escuelas con las que trabajamos para que puedan dar robótica como valor agregado y que sea transversal a las materias. A los colegios que les interese les ponemos el profesor, las tablets y los robots para que los chicos empiecen a programar. Ellos ponen espacio y comunidad y cobran una cuota parte que es optativa. Estamos en Kumelén, Dante Alighieri, Fasta Villa Eucarística, Nuestra Señora del Pilar y Niños Argentinos. Estamos en negociaciones con otros colegios”.
“Creemos que estos proyectos son el primer eslabón para intentar resolver el problema que tanto se escucha, el de la falta de personas, recursos humanos y talentos en industrias pujantes. Acá los motivamos, les mostramos el potencial que tienen, estamos trabajando para cambiar la forma de aprender”, completa Villaronga.
Funiversity en números
- 40 profesionales trabajan juntos entre colaboradores y empleados.
- Más de 2.000 alumnos en la actualidad
- Presentes en 5 colegios de Córdoba dando formación.
- Más de 20.000 familias ya se vincularon por sus espacios de formación.
- Más de 30 cursos desarrollados para las diferentes áreas del instituto.