En el 26º aniversario de Punto a Punto, este medio dialogó con la magister Laura Rosso, la rectora de la Universidad Siglo 21, quien se encuentra al frente del liderazgo institucional desde el 1° de julio de este año. La situación de la educación, perspectivas y desafíos, la implementación de las nuevas tecnologías, fueron algunos de los tópicos abordados en esta oportunidad.
“Creo que en Argentina cada vez tenemos más conciencia que nada es gratuito, que cuando se habla de educación gratuita no lo es, alguien la paga, y es entre todos y que por lo tanto tener esa conciencia hace que se reclame cierto nivel de calidad o de servicios en esos procesos de formación. Entonces, si bien la Argentina es un contexto complejo para los que la habitamos, las familias siguen priorizando la inversión en educación porque de alguna manera se sigue observando que es una de las pocas formas que el país ofrece para progresar. La educación está asociada al progreso, al personal, económico, social”.
“Lo que cambia es la forma de gestión y lo cierto es que a nivel superior, ni la gestión pública ni la privada han resuelto la problemática global que la Argentina tiene en términos de la cantidad de personas que acceden al sistema educativo universitario”, plantea la rectora de Siglo 21.
En este sentido, señala que el porcentaje de personas que se gradúa del sistema universitario en el país, “sigue siendo muy bajo en relación al porcentaje que ingresa y tenés una demanda del sector productivo que habla fuertemente de que no necesariamente está articulado el sistema educativo con las necesidades del sector productivo”.
Sin embargo, Rosso indica que la gestión privada “resuelve aquello que el Estado y la gestión pública no han podido”. Al respecto dice “es el caso de La Siglo 21, tenemos una de nuestros centros universitarios en Abra Pampa, en la Puna jujeña, límite con Bolivia, donde Jujuy durante muchísimos años solicitó y reclamó la presencia de una universidad privada, pero con una propuesta que hoy es absolutamente gratuita para los estudiantes, y hoy permite que la puna jujeña tenga abogados, contadores, egresados de carreras universitarias trabajando para la Puna”.
Rosso destaca como la pandemia visibilizó ciertas cuestiones, como la relación de los alumnos y los docentes con la tecnología y a su vez se avanzó en temáticas “que antes costaban discusiones eternas y que no lograban avanzar”. Justamente, sobre alguno de estos avances, la magister indica que los modelos que han demostrado un mejor funcionamiento son los híbridos, “donde uno tiene una mediación tecnológica importante y utiliza la tecnología como medio, no como fin, y espacios donde los estudiantes y educadores nos encontramos para producir algo que es diferente”.
Sobre la importancia que la sociedad le da a la formación educativa y a la capacitación, la actual rectora destaca el hecho de que las familias “continúen haciendo un esfuerzo significativo por sostener a sus hijos, sobre todo en procesos de formación de calidad”. Pero al referirse a la instancia de las políticas públicas, Rosso piensa que “la historia es un poco diferente, ya que la mayoría de las provincias argentinas redujo el porcentaje que se le destina a educación y la mayoría de los indicadores que hablan de si nuestros estudiantes de nivel primario y secundario comprenden lo que leen son bastante precarios. 8 de cada 10 chicos escolarizados no comprende lo que lee, y en esa aulas está el futuro presidente/a de nuestro país, nuestros futuros médicos, abarca todos los sectores”, reflexiona.
Por otra parte, Rosso destaca la importancia que la educación tiene para dinamizar el sistema productivo. “El personal capacitado, el talento y su desarrollo lo necesitás en todas las industrias, pero incluso, es un sector que promueve altos ingresos en el propio sector. Cuando vos tenes un polo de formación, vos tenes estudiantes que vienen desde distintos lugares del país, del mundo, se mueve el sector inmobiliario, el sector entretenimiento, el transporte, es un ecosistema alrededor del ecosistema educativo”, resume.
Al referirse a los desafíos que los programas educativos contemplan remarca que el foco se encuentra puesto en la Inteligencia Artificial.
“Creemos que la tecnología, no solo la IA, sino todas las tecnologías emergentes son un factor relevante en la vida de las personas del mundo actual y del mundo futuro, y la educación no está fuera de ese contexto. Por lo tanto es absolutamente necesaria su incorporación en los procesos formativos y de aprendizaje como una herramienta central que nos permite mejorar la calidad educativa y llegar a más personas, es decir obtener escala, en este marco nosotros estamos ya incorporando IA en el propio proceso de formación tanto de nuestros profesores como de nuestros estudiantes”.
“En La Siglo 21, usamos la IA para producir contenido, la usamos para que nuestros estudiantes propongan contenido, para que evalúen los propios contenidos que se generan, pero también estamos desarrollando mentores con Inteligencia Artificial, es decir que puedan acompañar a los estudiantes, sobre todo aquellos que estudian en modalidades virtuales, acompañarlos en el proceso e ir asesorándolos, más allá del acompañamiento que un profesor hace respecto de lo disciplinar”, concluye.