Por Eduardo Bocco
Con la tensión al máximo por los cruces mediáticos que mantuvieron en los últimos días Javier Milei y Martín Llaryora, en el Centro Cívico esperan que la embestida del Presidente contra las provincias (y contra Córdoba en particular) continúe.
Javier Milei volvió de Italia con la sonrisa de oreja a oreja. Festejaba el trato que le brindó el papa Francisco, en ese prolongado encuentro que tuvieron en El Vaticano y que debe interpretarse como la reconciliación entre el jefe de la iglesia católica y el presidente argentino.
Además, se trajeron “la yapa”, según fuentes de la Casa Rosada, porque Francisco vendría al país antes de fin de año para festejar su cumpleaños 88, que los cumple el 17 de diciembre. En La Libertad Avanza se sintieron reconfortados y aclararon que esto es un envión para duplicar la ofensiva de Milei para cerrar el déficit. De todos modos, algunas voces de ese sector admiten que el jefe de Estado “se ha convertido en el rey de la grieta” con sus actitudes de confrontación para con los que no se suman a sus puntos de vista y a sus programas de gobierno.
En ese grupo a los que algunos voceros de Milei llaman “opositores bestiales”, se encuentran los gobernadores y, entre ellos, Martín Llaryora, a quien el poder central le cerró los grifos: chau al subsidio al transporte y demora en el pago del incentivo docente, lo cual genera severos problemas al Tesoro provincial.
Sin embargo, no se han dinamitado todos los puentes, aunque existe el convencimiento de que la embestida presidencial contra las provincias no cesará. Sin embargo, hay contactos discretos pero fluidos con el ministro del Interior, Guillermo Francos, y otros funcionarios. Además, en el Centro Cívico aspiran a que si se termina de abrochar la alianza de gobierno entre el oficialismo y Mauricio Macri, “la tensión posiblemente afloje”.
El desembarco del fundador del PRO vendría acompañado por la designación de varios referentes de ese espacio político en cargos importantes, aunque el propio Milei dijo que “Francos está firme como rulo de estatua”. De esa forma, desalentó las versiones que decían que el ministro del Interior sería reemplazado por Diego Santilli, ex larretista devenido en macrista.
También se habló de que María Eugenia Vidal ocuparía la vacante en el Anses, tras la abrupta salida de Osvaldo Giordano, quien fue despedido porque su pareja, la diputada Alejandra Torres, votó en contra de determinados artículos de la ley Ómnibus en la Cámara de Diputados.
Sin embargo, Vidal también acotó esta posibilidad al decir que una alianza no debe ceñirse a cargos en la gestión. También desde La Libertad Avanza pusieron algún reparo a esta eventual designación por la falta de experiencia en temas previsionales por parte de la exgobernadora de Buenos Aires.
Córdoba no para
Llaryora sigue con sus cuestionamientos y dijo varias veces en los últimos días que Córdoba no se arrodilla ante nadie. Pero su vicegobernadora Myrian Prunotto no firmó un duro documento contra Milei, ratificado por vices de provincias administradas por el peronismo y que fue fogoneado por el kirchnerismo.
Ese comunicado precedió al crítico documento contra Milei que firmó la expresidenta Cristina Kirchner y que puede servirle a los gobernadores para abandonar el nivel de exposición ya que el presidente se ocupará de responder esto, liberando a los mandatarios provinciales, al menos por un tiempo.
El gobernador recuerda, cada vez que puede, que Córdoba estuvo aislada en los últimos 20 años, ya que durante las administraciones de José Manuel de la Sota y Juan Schiaretti existieron fuertes enfrentamientos con el poder central, que terminaron con presentaciones ante la Corte Suprema de Justicia.
Por esa razón, en las inmediaciones del despacho de Llaryora no son pocos los que afirman de manera tajante que si las cosas no cambian “Córdoba volverá a hacer una presentación judicial para reclamar lo que se corresponde”. ¿Será justicia?