Por Eduardo Bocco. “Ese que tiene ropa de cuero y casco negro y anda en esa moto importada de las más caras es Ricardo Jaime”, decían en la vereda de los bares caros del Cerro o Nueva Córdoba cuando lo veían llegar. Siempre altanero, siempre petulante y siempre ostentando. Motos, autos importados, aviones, barcos de lujo…, rubias oxigenadas y con rostros edificados en base a botox… todo y dejaba que lo vieran. Te lo mostraba… como para humillarte. Finalizaba la primera década de los 2000 y ya comenzaba a florecer en medio de esas ramas de superficialidad y ficción. “Piojo resucitado” le decía Cristina Kirchner, quien no lo podía ver, no solo por su estilo de vida sino porque lo acusaba de llevarlo “por mal camino a Néstor Kirchner”.
Casi una década y media después, en Córdoba apareció un émulo de Jaime llamado Federico Máscolo, que a los gritos y en la calle decía tener una docena de departamentos en Miami, 10 autos de altísima gama y otro centenar de bienes suntuosos. Una investigación del fiscal federal Enrique Senestrari lo hizo aterrizar en la cárcel, acusado de lavado de activos. La política tiembla.
Ya se habló de sus lazos con Ramón Mestre, quien ahora dijo que hace tiempo que no lo ve, también se lo involucra al ex legislador provincial Marcelo Cossar y al todopoderoso ex secretario de Mestre en la Intendencia, Juan Pablo Ostanelli, de quien dirigentes de diferentes partidos políticos hablan muy mal. Tenía un poder casi ilimitado, hasta que su jefe le pidió que diera un paso al costado.
En esos tiempos, el Palacio 6 de Julio tenía a Máscolo como invitado frecuente. En el peronismo también comentan que mantenía muy buenas relaciones con los gobiernos provinciales, tanto de José Manuel de la Sota como de Juan Schiaretti. Eso ya fue dicho y escrito en los últimos días, pero siempre es bueno poner en contexto lo que está pasando.
Caras nuevas
Hoy aparecen nuevos jugadores involucrados en este plan del empresario ostentoso, como por ejemplo Guillermo Cavagliatto, quien por ahora no figuraría en el expediente judicial. Es hermano de Juan Manuel, el presidente de Instituto Atlético Central Córdoba. Los hermanos nacieron y se criaron en una casa de Sucre y Lope de Vega, a poca distancia del club albirrojo. Junto a su padre Mario formaron un equipo para la vida y andan siempre juntos, realizando diferentes actividades, desde futboleras hasta empresariales.
Guillermo Cavagliatto habría integrado una sociedad off shore que trabajó con Máscolo haciendo diferentes negocios en Miami, todos vinculados al lavado de dinero.
También aparece otra sociedad que estaría bajo los tentáculos del empresario: BerFranSan. De inmediato, todos los cañones apuntaron a la ciudad de San Francisco, con este razonamiento: Bernarte es el apellido del intendente de San Francisco y entonces todo parecía encajar. Después, en la Justicia aclararon que el nombre de la organización estaba conformado por las sílabas iniciales de los tres hijos del empresario caído en desgracia.
“Esto estalló porque Ramón (Mestre) ya no tiene poder”, mascullan algunas voces del radicalismo histórico. Y agregan: “También es cierto que este muchacho (por Máscolo) dejó los dedos pintados en todas partes, de manera grosera”.
Otros referentes políticos son más benévolos con Máscolo: “Sólo hay evasión fiscal y si sale el blanqueo de capitales pasará lo mismo que pasó con Cristóbal López y De Souza, es decir que se acogen a una moratoria y pagan en 120 cuotas”.
No pareciera ser tan sencillo. Mientras tanto, el hombre simpático y que siempre estaba exultante, hoy está cercado y entre rejas.