La presión dolarizadora se desplomó después que el actual oficialismo se impusiera en las elecciones. El mercado reaccionó rápidamente con una baja generalizada en bonos, acciones y dólares financieros, lo que provocó un escenario de desconcierto inmediato sobre qué sucedería si el plan a seguir no es dolarizar sino un plan económico más parecido a una continuidad de lo actual.
El candidato del oficialismo no presentó su programa de estabilización que repercuta en los precios, por lo cual, el ruido y la incertidumbre post balotaje sigue presente.
La lectura del mercado pre balotaje no ha diluido las proyecciones de aceleración inflacionaria para los próximos meses que pueda derivar en una super o hiperinflación posterior a la elección del futuro presidente de los argentinos.
Las distorsiones que quedan pendiente producto de la intervención y regulación del Estado en el mercado serán un verdadero problema para el próximo presidente y para todos los argentinos. La consultora Focus Market detalla algunas de las distorsiones acumuladas a corregir hacia adelante:
Diferencia del que compra en el supermercado
Otra diferencia evidente es la de la compra en el supermercado. Con el objetivo de continuar con la idea del «alivio fiscal» hacia los trabajadores, jubilados, pensionados, planes sociales y monotributistas se les devuelve el 21% del IVA sobre la compra con tarjetas de débito, permitiendo a cierto grupo de la población económica tener un descuento de $18.800 sobre la compra de una canasta básica alimentaria.
Distorsión de los precios relativos
Debido a los altos niveles de inflación y la regulación de precios de la economía, podemos encontrar desfasajes importantes. Un kilo de yerba mate equivale al mismo valor que una factura de luz. Un kilo de uva equivale a 20 litros de nafta, una pizza vale lo mismo que 200 boletos de tren, un kilo de helado es igual a 115 boletos de colectivo y un kilo de asado tiene el mismo valor que una 1,5 boletas de gas subsidiado.
Los alimentos aumentan por el ascensor y las tarifas reguladas por las escaleras. Tenemos una completa distorsión de precios que en el mediano plazo termina ajustando por cantidades (ejemplo el desabastecimiento de la nafta de las últimas semanas).
Distorsión entre Precios Justos vs precios de mercado
La distorsión artificial creada por programas como el de Precios Justos, que después de su última actualización podemos ver una brecha de más del 100% entre productos dentro y fuera del programa.
Para tomar de ejemplo, un paquete de fideos o tapa de asado en «Precios Justos» tiene un valor de $196 y $1.616, respectivamente, en el supermercado de barrio se encuentran con valores de $439 y $3.409, mostrando así diferencias de 127% y 111% entre un punto de venta y otro.
Diferencias de precios en el consumo de gas
Hoy el Estado mantiene una tarifa subsidiada en $2.000, mientras en un hogar en donde se paga la tarifa plena tiene un valor de $9.800 por mismo consumo. Si el hogar no tiene acceso al gas natural y usa garrafa, está tiene un valor por unidad de $4.100 aunque para el mismo consumo seguramente requerirá más que una garrafa mensual.
Diferencias de precios en el mercado del alquiler
La ley de alquileres también deja una fuerte distorsión de precios entre el precio de una vivienda en alquiler frente al precio en la renovación del contrato, producto de los riesgos y pérdidas para el propietario que genera la misma.
Distorsión de precios de las prepagas
El gobierno reguló el precio de la prepaga con aumentos y otra sin aumentos para los que cumplan ciertos requisitos de ingresos. De esta manera, algunos están pagando $31.315 por su obra social mientras otros $43.319 por el mismo servicio.
Esto ha llevado a que incluso los médicos de las obras sociales estén cobrando copagos para la prestación de sus servicios por colapso total de la situación económica y financiera de las empresas de prestación de servicios de la salud en los pagos a los profesionales médicos.
Distorsiones en el mercado cambiario
La Argentina tiene 57 tipos de cambios acumulados en la actual gestión de gobierno. Entre el dólar oficial mayorista, exportador, turista y financiero a su vez se produce la brecha de la brecha cambiaria llegando a ampliarse hasta el 150 por ciento.