El 28 de abril de 2022 fue el día que la familia Visokolkis no olvidará. Ese jueves por la tarde se desató un incendio en la fabrica de autopartes Okinoi, ubicada en barrio Los Boulevares, en el norte de la capital de Córdoba.
Okinoi, propiedad de Alejandro Visokolskis, es uno de los principales jugadores del rubro del repuesto de motocicletas en el mercado nacional. La planta, que inauguró en 2012, fue el resultado de la trayectoria de medio siglo de su familia en el mundo de la moto.
Poco más de un año pasó desde el incendio que frenó, temporalmente, a la empresa familiar. Hoy la planta está activa al 100% y con planes de expansión y crecimiento.
Luego de la muerte de su padre Abraham, Alejandro Visokolskis se hizo cargo del negocio familiar y armó un pequeño emporio cuya sede es la fábrica de casi 30.000 m2 y 70 empleados. Hoy fabrica motos y repuestos para motos como cascos, piezas plásticas y baterías. El resto de las partes las importa. Su red de distribución llega a todo el país y también a Brasil.
Recientemente invirtió más de US$ 5 millones para reconstruir su fábrica luego del incendio. Sin embargo, a los 62 años decidió duplicar la apuesta e invertir US$ 5 millones más en el desarrollo de una nueva planta logística de 4.000 m2 que estará contigua a su planta productiva. En total, Visokolskis está concretando una inversión que supera los US$ 10.000 millones.
La nueva y renovada nave exhibe un incremento del 50% en sus dimensiones en términos de metros cuadrados, y su capacidad instalada supera de 3 a 5 veces a la de su antecesora.
Una característica es la nueva línea de pintura, cuya automatización en el sistema de traslado de piezas a pintar es de última generación. Considerada una de las más avanzadas de Sudamérica, completamente robotizada, permite la producción de una carrocería de motocicleta cada 40 segundos, totalmente pintada, lo que se traduce en una fabricación más eficiente y efectiva. Además, se destaca por su enfoque amigable con el medio ambiente en el tratamiento de los líquidos utilizados en la aplicación de la pintura, evidenciando un compromiso con prácticas ecológicas. Contigua a la línea de pintura, se implementó una nueva máquina metalizadora con la capacidad de aplicar metal a cualquier superficie.
“Esta renovación no solo ha expandido nuestras capacidades, sino que también ha mejorado de manera significativa la eficiencia de nuestro proceso de producción al incrementar la capacidad de almacenamiento de piezas en un 50% en comparación con la capacidad anterior. Además, esta tecnología innovadora nos brinda la oportunidad de explorar nuevas opciones para abastecer no solo al mercado de motopartes, sino también al de automóviles, ya que se puede aplicar a cualquier superficie plástica, como faros, carrocerías, et.», expresó Agustín Visokolskis, Director Ejecutivo de Okinoi.
Dato de color. La empresa los Visokolskis se llama Okinoi, un nombre que suena japonés pero nada más alejado que eso, ya que se trata de una combinación de los nombres de sus dos perros, Okebon y Noiset.