En muchas ciudades y países del mundo y, particularmente en la Argentina, se expande una tendencia: la construcción de casas sustentable, porque tanto propietarios como arquitectos buscan aportar su granito de arena al cuidado del medio ambiente.
Una vivienda sustentable es aquella que fue pensada desde el momento del diseño en conseguir el menor impacto negativo en la naturaleza, también considerando el impacto social. Son casas diseñadas para aprovechar al máximo todos los recursos del entorno para bajar el consumo de energía, resguardar el entorno en el que se construye y contemplar en la planificación de las obras el uso de materiales eficientes y duraderos.
En este contexto aparece la cordobesa de triple impacto 3C Construcciones, que transforma plásticos reciclados en viviendas, sin usar agua y utilizando muy poca energía -ayudando a disminuir la huella de carbono.
El proceso tecnológico comienza con una botella de plástico y la compresión de un conjunto de ellas que, atadas, forman un ladrillo. Estos ladrillos se combinan con maderas recuperadas para darle estructura a la casa. “Los muros están compuestos por fardos de plástico prensado que genera un sistema tres veces más térmico que la construcción tradicional y permite ahorrar energía”, explica la arquitecta de 3C Victoria Páez Molina, y comenta que, además, agiliza los tiempos de obra al tratarse de un material mucho más liviano que el ladrillo tradicional.
Además de ser sustentable y ecológico porque no utiliza agua ni energía para su creación, este sistema sustentable es un 20% más económico que el tradicional. El metro cuadrado cuesta US$450, es decir que una casa de 60m2 (dos habitaciones, un baño, cocina y living comedor) tiene un valor de US$ 27.000. Los tiempos de construcción con esta tecnología también son menores que los sistemas tradicionales (aproximadamente dos tercios del tiempo).
Lucas Recalde -socio fundador-, Federico Brunas -especialista en la tecnología aplicada-, Victoria Páez Molina -arquitecta- y Juan Pablo Cmet -desarrollista inmobiliario y abogado-, son las personas detrás de 3C, quienes buscan generar un nuevo paradigma en la forma de construir casas.
Actualmente, 3C está superando las 70 construcciones (7.500m2), esto equivale a más 100.000 kg de plástico recuperado, que sería como un cubo del tamaño de un edificio de seis pisos hecho de plástico aplastado o más de 14.000 m2 de bosque nativo.
El Hogar de Cristo del barrio Müller fue la primera organización que acogió la tecnología de 3C con el apoyo del padre Mariano Oberlin, quien coordina el Hogar. También realizaron oficinas de entes públicos de la ciudad, una escuela en La Para, una guardería y hasta un SUM en la residencia de Olivos, además de casas para clientes.
Intentar solucionar el déficit habitacional en zonas vulnerables y poder generar empleo digno para personas excluidas del mercado laboral fue el puntapié para la creación de 3C, sin embargo, desde hace unos años buscan llegar a clientes de mayor poder adquisitivo: “Fue una estrategia para posicionar el producto y salir del estigma de que eran casas ‘de basura’ para gente ‘pobre’”, dice Cmet y explica que “son construcciones de alta calidad, con prestaciones superiores a los sistemas tradicionales”.
El objetivo de 3C es duplicar año a año la cantidad de construcciones que ejecutan, a partir de ahí buscan consolidarse y lograr que el sistema obtenga legitimidad, “creemos que después de eso va a haber un clic y vamos a poder lograr acceso a una financiación masiva para este tipo de construcciones”, comenta Cmet. “Hoy en Argentina las financiaciones son pocas y las que hay están orientadas al mercado de la construcción tradicional, creemos que cuando haya un cambio de paradigma va a haber un crecimiento exponencial de 3C”, agrega.
¿Se puede utilizar el sistema 3C para construir un edificio? la repuestos es sí, pero en combinación con otros sistemas de construcción. “Para hacer un edificio en altura se necesita una estructura sismorresistente de hormigón, pero va a ser mucho menos pesada porque los muros en vez de ser de ladrillos tradicionales van a ser los ladrillos de 3C”, explica Cmet. Además, este sistema sirve para realizar ampliaciones o remodelaciones a construcciones realizadas bajo el modelo tradicional.
Replicar el modelo sustentable. En Mendoza y en Tandil ya se están haciendo las primeras construcciones en base al sistema 3C, “tenemos aliados en esos lugares que usan nuestra marca y conocimiento para impulsar el sistema. La idea es que haya un 3C en dónde esté el problema. Plástico y problemática social hay en todas partes del mundo, entonces en cualquier lugar podría haber un 3C”, comenta Recalde.