En contra de la postura adoptada por la Justicia Federal, que ya procesó a ex funcionarios de Ambiente que favorecieron a la empresa canadiense Barrick Gold en los dos casos de derrames de cianuro producidos en las minas de oro que explota esta empresa en San Juan, el Juez de Jáchal, Pablo Ortija entendió que durante el segundo derrame que se produjo en la mina de Veladero, no hubo contaminación, por lo que decidió archivar la causa, ya que a su entender el derrame “no alcanzó ningún curso de agua”.
En concreto, el derrame que se investigaba ahora ocurrió el 8 de septiembre de 2016 cuando un bloque de hielo se desprendió de la montaña y rompió los caños que transportan agua cianurada en el valle de lixiviación, dejando escapar un volumen jamás precisado de esta sustancia altamente contaminante. Sin embargo, el Juez Pablo Ortija, que siempre fue cuestionado por la “Asamblea Jáchal No Se Toca” por ser condescendiente con la empresa canadiense, avaló el cierre de la investigación, tras asegurar que esta sustancia que se escapó del circuito de cañaerías, “en realidad fue un material viscoso y saturado de agua, pero no tuvo las mismas consecuencias que el primer derrame. Ese material salió del valle y llegó a un camino circundante, donde fue contenido”.
Según destacan medios locales, lo cierto es que la empresa intentó siempre ocultar estos derrames. De hecho, las noticias de este último caso fueron llegando de los propios operarios, y cuando el rumor creció la empresa tuvo que confirmarlo, pero siempre minimizando las consecuencias y poniendo toda clase de obstáculos para que especialistas se acerquen a la mina para certificar la gravedad del derrame.
“El líquido que emanaba de la cañería desacoplada produjo un derrame de ripio que desbordó el valle de lixiviación y cayó en un camino de servicio, desde donde fue remitido a su lugar a tiempo y no produjo contaminación porque no se desplazó hasta algún cauce de agua”, aseguro el Juez Ortija. A tono con esto, hace unos días el fiscal que investigaba la causa, Sohar Aballay, le había sugerido también que la archive, porque el incidente “no encuadra en un delito”.
A partir de esto, afirman medios locales, el gobierno sanjuanino celebró la medida de Ortija y se apresuró a demostrarlo: el Ministro de Minería, Alberto Hensel aseguró que este segundo derrame “no afectó a las personas ni a la zona, ni perjudicó el agua de los cauces cercanos al valle de lixiviación”.
Sin embargo, contrario a todo lo actuado por la justicia sanjuanina, esta misma semana el Juez Federal Sebastián Casanello decidió procesar a tres ex funcionarios de Ambiente que incumplieron con la Ley de Glaciares, dejando que Barrick Gold quebrara el glaciar Almirante Brown para hacer un camino que comunicará en forma interna la mina Veladero con áreas de producción de la planta. Ahora, la Corte Suprema tienen la responsabilidad de decidir si la Justicia de San Juan o la Federal investiga el tercer derrame ocurrido en marzo de 2017.