“¿Qué te parece si armamos una empresa en donde nos gustaría trabajar?”, fue la frase que Pablo Abbate (CEO) le dijo a Vanesa Teruel (CFO) y la que dio el puntapié inicial de lo que hoy es Kenility, la tecnológica cordobesa en la que trabajan más de 100 personas.
Kenility nació en 2019, es una empresa tech enfocada en ayudar a otras startups a impulsar su transformación digital brindando servicios IT, ya sea de desarrollo de software, staff augmentation y/o consultoría.
La empresa brinda tres tipos de servicios diferenciados de acuerdo a las necesidades y estructura de sus clientes. Consultoría: Se realiza un asesoramiento orientado a una necesidad muy específica. Staff Augmentation: Se hace una expansión del equipo de desarrollo existente. Desarrollo de Software: Se desarrolla un software a medida de acuerdo a los requerimientos funcionales y no funcionales del cliente.
“El primer tiempo estuve trabajando solo y de a poco fueron integrando los primeros desarrolladores. Fuimos armando un grupo muy unido, que es lo que siempre quisimos construir. Somos una empresa muy familiar”, define Abbate.
A los pocos meses de abrir las puertas de la oficina ubicada en Av. Poeta Lugones 340 anunciaron el inicio de la pandemia y el aislamiento social preventivo y obligatorio: “estábamos muy enfocados en la presencialidad, que la gente venga a las oficinas. Semanas antes empezamos a ver qué es lo que estaba pasando en Estados Unidos y comenzamos a implementar el home office para ver cómo funcionamos y creo que fue el mayor crecimiento que tuvimos. La virtualidad nos ayudó a ver otras situaciones y abrir las puertas a gente que no estaba en Córdoba. Tuvimos desarrolladores de otras provincias y de otros países”, comenta Teruel.
“El primer año fue de mucha incertidumbre. En el 2021 ya estábamos más preparados y fue una explosión. En el 2020 la empresa pasó de 15 a 30 colaboradores y el año pasado cerró con más de 100, fue una locura”, agrega Abbate. Este año planean continuar incorporando colaboradores: “estamos activamente contratando personas, tanto desarrolladores de software como colaboradores para marketing, reclutamiento, sales, auditoría y procesos”.
Kenility cerró el 2021 con una facturación de $40 millones y este año las expectativas de los
socios fundadores es duplicar esa cifra.
“El año pasado el crecimiento fue del 400%, fue muy explosivo. A nivel estructural no estábamos preparados para ese crecimiento y fue un tanto desordenado. Este año estamos haciendo mucho hincapié en la parte de estándares y procesos. Queremos poner todo en orden para prepararnos para la ola de crecimiento que venga”
Actualmente la empresa trabaja en 25 proyectos, la mayoría para el mercado extranjero y proyecta inversiones para desembarcar comercialmente en Estados Unidos y robustecer el área de sales y marketing en las oficinas cordobesas.
-¿Cómo ven el rol del Estado frente a la industria IT?
-“Años atrás había más subsidios al sector, ahora eso no se ve. Cuando uno averigua para presentar algo nos dicen que no hay presupuesto. Hay mucha soledad dentro de la industria, nos tenemos que subsidiar solos. Si no sos un jugador fuerte, la Ley de Economía del Conocimiento no tiene grandes beneficios”, manifiesta la CFO de Kenility.
“El discurso oficial dice que quiere apoyar a la industria del software pero sucede todo lo contrario. A nivel nacional las políticas cambiarias son muy nocivas”, agrega Abbate.
-¿Se siente la escasez de talento?
– Sí. No hay profesionales para ocupar las posiciones disponibles. El idioma es un gran limitante y cada vez hay menos estudiantes de ciencias duras, menos interesados en ingeniería, matemática o física, eso habla que la proyección no es prometedora.
Kenility
“Surge de la unión de dos palabras: Kennis (conocimiento) y Hability (habilidad). Considero que son dos remos. Si querés que te vaya bien el software tenés que tener conocimiento y habilidad”, explica Abbate.