Todos coinciden en Juntos por el Cambio que la cuenta regresiva ya comenzó. Que los candidatos para definir las fórmulas 2023 deben estar confirmados en unos meses y, al parecer, empieza a haber coincidencias en el mecanismo para definir las listas.
Prácticamente descartada las encuestas, aquellos que desconfiaban de la interna ya no miran con tantos reparos esa posibilidad. Entre ellos, el senador Luis Juez, el mejor posicionado dentro del arco opositor, quien el fin de semana se encontró nuevamente con la titular del PRO, Patricia Bullrich, la referente nacional con quien mejor relación tiene.
La charla fue el sábado, y el domingo por la mañana, en un encuentro con dirigentes amarillos, la propia Bullrich trasladó a tropa propia que hay que pensar en una interna cruzada. Porque, entre otras razones, así se van a definir las candidaturas nacionales el año que viene: con un PRO y un radical; en cualquier orden, liderando las boletas en las Paso.
Allí, en el hotel del ACA, Bullrich además de cerrar filas y empezar a explorar una postura monolítica por la re-re que se debatirá en pocos meses, habló de cómo deben definirse las candidaturas. Y cuentan, por lo que sucedió en las conversaciones del fin de semana, que la interna tiene más adeptos.
En primer lugar, Juez observa como continúa traccionando respaldo de las fuerzas mayoritarias: partes del PRO y del radicalismo sostienen la candidatura del senador al Panal como primera opción. En el caso de los amarillos, el sector los patricios cordobeses, juega a fondo con Juez.
La diputada nacional Laura Rodríguez Machado y las autoridades provinciales, Javier Pretto y Oscar Agost Carreño, ya mostraron su respaldo a Juez por encima del radicalismo y del candidato macrista, Gustavo Santos.
Con el PRO dividido, la otra fractura por Juez se da en la UCR, donde el sector encabezado por Rodrigo de Loredo y Marcos Ferrer, respaldan el lanzamiento provincial de Juez. El primero está cómodo con la posibilidad de pelear la Municipalidad, donde los números lo acompañan favorablemente, y el segundo
porque podría ser el candidato a vice de Juez.
Sin embargo, hay una diferencia. Mientras los amarillos que respaldan a Juez son los que tienen la botonera del partido, el radicalismo juecista corre de atrás: el Comité lo controla el sector de Mario Negri y el Congreso, que define las alianzas con otros partidos, lo maneja el mestrismo.
Si supera esas instancias de seducción, a Juez se le allanará el camino. De lo contrario, habrá más trabas adentro que puertas afuera de la coalición.
Foto: La Voz